Marcos Suárez Sipmann
18/03/2017, 00:27
Sat, 18 Mar 2017 00:27:30 +0100
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Los líderes europeos celebran la victoria del liberal holandés, Mark Rutte, como propia. Risas, felicitaciones, euforia. Sin duda, lo acontecido en los Países Bajos más que un bálsamo ha sido todo un reconstituyente para una Unión Europea en horas bajas. La inquietud ante el primer test electoral de envergadura este año en el bloque había sido grande. Los nervios se relajan demasiado. Se escuchan frases como "se acabó el auge del populismo en Europa". O peor, "le hemos dado demasiada importancia a Geert Wilders, no era tan fiero". Afirmaciones falsas, amén de perniciosas, para la regeneración democrática. El peligro está lejos de haber sido conjurado. Como ya he puesto de relieve, no existe un populismo europeo. Hay manifestaciones diversas en diferentes países de la Unión.