Este año 2016 podría ser histórico en el fútbol mundial. Podría ser el del final de la dictadura de Messi y Cristiano Ronaldo en la disputa por el Balón de Oro. Ambos delanteros acaudillan este galardón desde 2008, fecha en la que CR7 se hizo con el primero de sus premios a mejor jugador del planeta. Después Messi ganó cuatro consecutivos, su rival se hizo con dos más y, el pasado mes de enero, Messi puso el quinto en sus vitrinas.
La Historia es caprichosa. La Historia se repite. Cristiano Ronaldo volvió a marcar ayer el primer gol de un triunfo que mete a Portugal en la final de una Eurocopa. Hace 14 años un entonces juvenil CR7 (apenas contaba con 19 primaveras) abrió la lata del choque que midió a los lusos, anfitriones de la Euro 2004, contra Holanda. Como ayer ante Gales. Y también como sucedió ayer, lo hizo con un testarazo.
Vuelve la Eurocopa. El estadio de Gerland, en Lyon, será testigo esta noche (21:00, Telecinco) de la primera semifinal. Portugal se verá las caras contra Gales, aunque la mayoría de miradas ve este duelo como un partido entre dos amigos y compañeros de equipo. Este es, en realidad un duelo entre Cristiano Ronaldo y Gareth Bale. Desde el Real Madrid, además, se interpreta como el primer duelo que podría dar lugar al 'sorpasso' entre sus estrellas de referencia. El día, en definitiva, en el que Bale adelante por la izquierda (nunca mejor dicho) a Cristiano Ronaldo. Y
La Eurocopa ya tiene su primer semifinalista. Portugal eliminó ayer a Polonia en los penaltis y espera rival del Bélgica - Gales que se jugará esta noche. Un duelo, el de anoche, en el que faltó el fútbol. Faltaron las estrellas. Sí, Lewandowski marcó su primer gol (y único, a la postre) en la Eurocopa, pero el polaco del Bayern no hizo demasiado durante el resto del duelo. Peor aún le fue a Cristiano Ronaldo. Impreciso y fallón, agotado y desesperado, sólo pudo ver puerta en el primer penalti de Portugal durante la tanda fatídica. En lo que llevamos de torneo, CR7 sólo ha brillado en el empate a tres frente a Hungría. Hizo doblete con un golazo de tacón. Nada más. Un balance pobre que se une al también paupérrimo historial de esta Eurocopa huérfana de líderes de campanillas.
El Real Madrid todavía no ha comenzado la pretemporada y los problemas ya se le acumulan a Zinedine Zidane. La mayoría tiene forma de pataletas: jugadores de su plantilla cansados de un rol que, consideran, no es el que le corresponde. El elenco es notable. Varane, Isco, James e incluso Morata, quien aún no se ha puesto a las órdenes del francés, ya han protagonizado algún incendio. Situaciones incómodas frente a las que el preparador galo ya ha activado su 'gabinete psicológico'. El diván de 'Zizou' ya trabaja a pleno rendimiento.
La selección española vive pendiente de una fecha. El 14 de julio Ángel María Villar, presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF) y Vicente del Bosque, seleccionador, se reunirán para decidir el futuro del segundo. Lo normal es que el técnico no siga. Caparrós o Lopetegui apuntan como sustitutos en un equipo que experimentará también cambios en los futbolistas que empezarán a ir en las listas para la clasificación de cara al Mundial de Rusia. A la despedida casi cantada de Iker Casillas (él mismo dejó ayer entrever que sí, que se marcha) hay que unir la de otros seis jugadores que, o bien motu proprio, o bien por edad, o bien por cuestiones de rendimiento, podrían convertirse en 'bajas' de 'La Roja'.
El adiós de España en la Eurocopa de Francia ha acorralado a Vicente del Bosque, pero también ha dejado en entredicho a media docena de futbolistas que, bien por su actitud, bien por su falta de juego, bien por fallos puntuales, han quedado señalados tras este torneo.
España se ha despedido de esta Eurocopa por la puerta de atrás. Después de dos buenos partidos, los dos primeros frente a República Checa y Turquía, el combinado nacional cayó en picado ante Croacia y, en octavos, frente a su verduga, frente a Italia. Una despedida amarga y prematura con nombres propios. Más allá de los jugadores, el de Vicente del Bosque ha sido el más criticado tras un torneo que certifica el fin de una era dorada y la entrada en una etapa plagada de incertidumbres.
España cayó ayer eliminada ante Italia en la Eurocopa 2016 tras perder 2-0. El partido dejó una honda sensación de impotencia en un combinado nacional que ratifica dos años más tarde del Mundial de Brasil el fin del ciclo glorioso que comenzó en 2008. Sin apenas tiempo para asimilar el trago, en Sant-Denis la pregunta más reproducida por periodistas, aficionados e incluso jugadores y cuerpo técnico era ¿y ahora qué?
El fútbol está lleno de supersiticiones. España tiene las suyas. Algunas construidas de fechas. Decían que el 13 de junio no era el día de 'La Roja'. En 13 de junio se produjeron algunas de las derrotas más dolorosas del combinado nacional. Y en estas que el 13 de junio de este 2016 debutamos en esta Eurocopa y la supersitición se fue al garete. Bendito gol de Piqué. Hoy España juega contra Italia y en el horizonte emerge, sin embargo, otro mal augurio que no invita al optimismo. Éste no va de días. Va de colores. Del blanco, para ser más concretos.