El príncipe Guillermo, en plena enfermedad de su padre y recuperación de su esposa, ha roto el habitual silencio de la Casa Real británica sobre cuestiones de índole política para pedir el fin "cuanto antes" del conflicto en la Franja de Gaza, señalando que "demasiadas personas han muerto" desde los atentados perpetrados por Hamás el pasado 7 de octubre.