Cultura
Una vez superado el intimidante guarda que te para al llegar al estacionamiento, te obliga a abrir el maletero del coche para inspeccionarlo y apunta la matrícula, sin que le haya dado tiempo a aprender dos palabras básicas del idioma español: gracias y por favor, entras en un espacio de eficiencia germana. Puedes aparcar muy cerca del Pabellón 5 en el que tiene lugar la Exposición, no hay colas en la taquilla puesto que la mayor parte de las entradas se han vendido por Internet con horario asignado. Cada grupo entra al tiempo, recoge su audio guía y va visitando conjuntamente las salas, sin agobios, para terminar, como anunciado en una hora y media. No puedo evitar acordarme de la acusación del anterior Director de la Galería de los Uffizi, Eike Schmid,t a algunos de sus compañeros porque regentaban los museos como si fueran supermercados . Este es un supermercado, caro- 20 euros la entrada de adultos y 10 la de niños de entre 3 y 12 años- pero de una calidad extraordinaria.