jurisprudencia
El Tribunal Supremo establece que la aportación de muchos documentos complicados y de difícil lectura no es suficiente para cumplir el deber información de la empresa. "Esta obligación no puede entenderse satisfactoriamente cumplimentada con la mera aportación de una multitud de documentos que carecen de una correcta explicación de su contenido y de una eficiente exposición de la incidencia que los datos deben tener en las medidas que pretende aplicar la empresa", señala el Supremo.