En noviembre de 2016 entró en vigor uno de los instrumentos más ambiciosos para limitar el cambio climático a escala global, el Acuerdo de París. Los 197 firmantes, entre los que se cuenta la Unión Europea (UE), aceptaron unir fuerzas para que el aumento de la temperatura global durante este siglo no rebase en más de dos grados centígrados el nivel de la era preindustrial.