Presidente de Fund Management Soros

La Unión Europea enfrenta una amenaza existencial, pero su dirigencia responde con concesiones, aparentemente convencida de que la amenaza se irá con sólo desearlo. El régimen cleptocrático del primer ministro Viktor Orbán en Hungría y, en menor grado, el gobierno iliberal de Ley y Justicia en Polonia han plantado un desafío descarado a los valores en los que se basa la Unión Europea. Considerar que ese desafío es una postura política legítima, digna de reconocimiento y negociación, implica multiplicar los riesgos que ya enfrenta la UE.

He escrito mucho sobre la conveniencia de que la Unión Europea emita bonos perpetuos. Pero hoy, propongo que lo hagan los Estados miembros en forma individual.

Hungría y Polonia han vetado el presupuesto de siete años propuesto por la Unión Europea de 1,15 billones de euros y el fondo de recuperación europeo de 750.000 millones de euros. Aunque los dos países son los mayores beneficiarios del Presupuesto, sus gobiernos se oponen rotundamente a la condicionalidad del Estado de Derecho que la UE ha adoptado a instancias del Parlamento Europeo. Saben que están violando las exigencias del Estado de Derecho de manera atroz y no quieren pagar las consecuencias.

Esta es la mayor crisis que he visto en mi vida. Incluso antes de la pandemia me había dado cuenta de que estábamos en un momento revolucionario. Lo que en tiempos normales sería imposible o incluso inconcebible no sólo se había vuelto posible sino, casi con certeza, absolutamente necesario. Y entonces llegó el Covid-19, que ha alterado por completo las vidas de la gente y exige una conducta muy diferente. Es un hecho inédito que probablemente nunca se dio en esta combinación. Y supone un peligro real para la supervivencia de la civilización.

Tribuna

La caída del Muro de Berlín, en la noche del 8 de noviembre de 1989, aceleró en forma drástica y repentina el colapso del comunismo en Europa.

opinión

La elección del mes pasado para el Parlamento Europeo tuvo resultados mejores que los que uno hubiera esperado, y fue por una sencilla razón: la mayoría silenciosa proeuropea habló. Su mensaje fue que quiere preservar los valores fundacionales de la Unión Europea; pero también quiere cambios radicales en su funcionamiento. Su principal inquietud es el cambio climático.

Tribuna

La elección del mes pasado para el Parlamento Europeo tuvo resultados mejores que los que uno hubiera esperado, y fue por una sencilla razón: la mayoría silenciosa proeuropea habló. Su mensaje fue que quiere preservar los valores fundacionales de la Unión Europea; pero también quiere cambios radicales en su funcionamiento. Su principal inquietud es el cambio climático.

La manipulación de Putin

La forma en la que Vladimir Putin ha manipulado a Occidente en el asunto ucraniano ha dejado en evidencia las disfunciones de la UE. Urge recuperar el control ayudando a Kiev, porque están en juego los valores europeos. El aspecto que presentará la Unión Europea dentro de cinco años se decidirá durante los tres o cinco próximos meses.