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Sun, 10 Feb 2019 14:04:00 +0100
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La vida moderna es sinónimo de rutina y prisas. En ocasiones, resulta difícil seguir el ritmo que imponen las obligaciones cotidianas, y entonces aparece el estrés. Es necesario echar el freno y dedicarse tiempo a uno mismo; y el hotel con encanto A Quinta da Auga lo pone fácil. Ubicado a solo dos kilómetros del casco histórico de Santiago de Compostela, este establecimiento familiar se encuentra arropado por un frondoso bosque de 10.000 metros cuadrados de robles centenarios y por el murmullo de las aguas del río Sar. La singularidad de esta casa solariega –una antigua fábrica de papel del s. XVIII rehabilitada– y su entorno, la hospitalidad de sus propietarios –la arquitecta María Luisa García, su marido, José Ramón Lorenzo, y su hija Luisa Lorenzo– y la calidad de su cocina y sus servicios componen una propuesta única dedicada al descanso y a la felicidad de los planes sencillos, en soledad o en buena compañía.