En un mundo donde los desafíos sociales requieren una mayor atención, las empresas se han convertido en protagonistas esenciales. La sociedad les demanda no solo reconocer estos retos, sino también a que se comprometan a participar activamente en tener un impacto social empresarial positivo. Cada iniciativa o proyecto emprendido por una compañía deja una huella social, económica y ambiental que incide directamente en el área donde opera.