Una humilde película que Sam Raimi grabó con 375.000 dólares acabó convirtiéndose en uno de los grandes clásicos del terror. La rodó en 1981 con su amigo Bruce Campbell, un tándem desde entonces inseparable y admirado por los amantes del género, que consideran Posesión infernal (The Evil Dead) un título de culto. Conquistó, incluso, a Stephen King, que la bendijo como "la película de terror más original del año". Fue el espaldarazo definitivo.

Director de Ecoteuve.es. Especializado en periodismo de televisión, sigo la actualidad de las cadenas y analizo series, programas y otros contenidos audiovisuales. Llegué a elEconomista en 2012, con el nacimiento de Ecoteuve, tras seis años en Vertele.