Una humilde película que Sam Raimi grabó con 375.000 dólares acabó convirtiéndose en uno de los grandes clásicos del terror. La rodó en 1981 con su amigo Bruce Campbell, un tándem desde entonces inseparable y admirado por los amantes del género, que consideran Posesión infernal (The Evil Dead) un título de culto. Conquistó, incluso, a Stephen King, que la bendijo como "la película de terror más original del año". Fue el espaldarazo definitivo.
Aquella locura, sobre la diabólica experiencia de un grupo de jóvenes durante su estancia en una cabaña en medio del bosque, se convirtió en franquicia de éxito: primero con Evil Dead 2 (Terroríficamente Muertos) y luego con El ejército de las tinieblas, ambas disponibles en Filmin.
Raimi fue el director de la trilogía y Campbell, el actor que interpretó a Ash Williams, un personaje convertido en leyenda que en 2015 llevó a la televisión con la serie Ash vs. Evil Dead. Ahora, más de 40 años después de aquella primera sacudida terrorífica, se estrena Posesión infernal: El despertar, la última criatura de la saga.
Una pesadilla en familia
Raimi y Campbell han vigilado, como productores ejecutivos, el nuevo universo que ha dirigido Lee Cronin (Bosque maldito). En esta ocasión, la historia abandona el campo para llevar el mal a la ciudad, donde plantea una pesadilla familiar entre dos hermanas interpretadas por Alyssa Sutherland, a quien muchos conocerán por Vikingos, y Beth Lily Sullivan (La jungla).