El Sánchez de hoy ha cambiado de la socialdemocracia a parecerse a Podemos
Hay algo mas que una lucha de egos en la batalla interna del socialismo español. Es obvio que los personalismos están pesando en la pugna de manera indeseable y que la carga de filias y fobias desarrolla unas inquinas cainitas que será complicado aplacar. Pero por encima de la pelea de familias y juegos de tronos lo que está sobre el tapete es la posición que el PSOE va a ocupar en el espectro político español y como quiere ser percibido por el electorado.