Analista político
El Sánchez de hoy ha cambiado de la socialdemocracia a parecerse a Podemos

Hay algo mas que una lucha de egos en la batalla interna del socialismo español. Es obvio que los personalismos están pesando en la pugna de manera indeseable y que la carga de filias y fobias desarrolla unas inquinas cainitas que será complicado aplacar. Pero por encima de la pelea de familias y juegos de tronos lo que está sobre el tapete es la posición que el PSOE va a ocupar en el espectro político español y como quiere ser percibido por el electorado.

No importa que el prestigio de los trabajos demoscópicos haya caído

Las encuestas son como el amor, que a veces perjudican seriamente la salud. No importa que el prestigio de los trabajos demoscópicos haya descendido notablemente tras los desaciertos en los que han incurrido recientemente. Todos los políticos cuestionan la fiabilidad de las encuestas y a pesar de ello las devoran. También los periodistas, el resultado de los sondeos siempre nos da pie para confirmar hipótesis o hacer conjeturas.

Opinión | Carmelo Encinas

Pocas escenas te reconcilian tanto con la vida como la de dos enamorados expresando su pasión. La semana pasada saltó a los digitales un escueto vídeo en el que Pablo Iglesias e Irene Montero delataban su amor.

Pedro Antonio Sánchez declarará como investigado

Lo de Murcia se complica. El Tribunal Superior de Justicia de aquella región ha citado al presidente autonómico Pedro Antonio Sánchez a declarar el próximo 6 de marzo por el llamado 'caso Auditorio'. Lo que el juez investiga son las supuestas irregularidades en que pudo incurrir en el proceso de adjudicación, construcción y recepción de un Auditorio en Puerto Lumbreras cuando Sánchez era alcalde de ese municipio. En realidad un asunto menor si se le compara con los grandes escándalos de corrupción que han venido enfangado la política nacional. Para el señalado, en el peor de los casos, no tendría ni de lejos las consecuencias penales que esas otras causas depuraron. Lo que se investiga es una posible prevaricación administrativa, y, como el propio presidente regional recuerda con machacona insistencia, "el dinero está ahí", el no se lo ha llevado.

encontrar una vía de diálogo

El de la equidistancia en política es un concepto denostado. En los foros mediáticos y redes sociales es frecuente escuchar el término "equidistante" como un reproche o incluso como un insulto. Ocurre por ejemplo cuando se aborda la cuestión catalana y alguien expresa que ambas partes han de ceder para encontrar una vía de diálogo. O que hay responsabilidades compartidas en el enconamiento alcanzado por el conflicto. Si alguno de ustedes piensa así ha de saber que corre el riesgo de ser tachado de equidistante y no precisamente para bien.

el estadounidense ubica a españa por que le interesa

Donald Trump sabe dónde está España. Ese nivel de conocimiento le pone muy por encima de la media de los electores de la América profunda que le votaron y gracias a los cuales ocupa La Casa Blanca. Según las encuestas un alto porcentaje de los ciudadanos de los Estados del interior, "sobrerepresentados" políticamente gracias al obsoleto sistema electoral norteamericano, creen que España es un país enclavado al sur de México. Trump no, el nos tiene mas o menos situados porque anduvo por aquí hace años dando doctrina sobre iniciativas empresariales, que es de lo que sabe de verdad. Supongo que sabrá también que la nuestra es una democracia con una monarquía parlamentaria, que tenemos un Rey y que por tanto España es un Reino. Digo supongo porque allí hay políticos de alto rango como Jeb Bush, quien fue gobernador de Florida y que le apañó las elecciones presidenciales a su hermano George Bush con aquel recuento que apestaba a puchero, que dijo que Aznar era el presidente de la República Española. Osea que algo de lío si se hacen con lo nuestro.

Carmelo Encina

Es la foto de la semana, la que difundieron todas las teles, acaparó el miércoles las portadas de los tabloides e inundó la red. La única que logró eclipsar por unas horas la omnipresente imagen de Trump con su tortilla francesa en la cabeza. Era la foto de Pablo Iglesias e Íñigo Errejón discutiendo a cara de perro en el Congreso. Una instantánea inédita largamente buscada porque ambos vienen librando desde hace meses una intensa batalla interna que uno y otro se esforzaron públicamente en envolver con un celofán de discusión amigable , y sincera propia de una organización democrática . Estaban empeñados en hacernos creer que no había acritud en sus diferencias de criterio, que mantenían el mismo buen royo que el mostrado desde la génesis de la formación morada.

Carmelo encinas

Es la foto de la semana, la que difundieron todas las teles, acaparó el miércoles las portadas de los tabloides e inundó la red. La única que logró eclipsar por unas horas la omnipresente imagen de Trump con su tortilla francesa en la cabeza. Era la foto de Pablo Iglesias e Iñigo Errejón discutiendo a cara de perro en el Congreso. Una instantánea inédita largamente buscada porque ambos vienen librando desde hace meses una intensa batalla interna que uno y otro se esforzaron públicamente en envolver con un celofán de discusión amigable y sincera, propia de una organización democrática . Estaban empeñados en hacernos creer que no había acritud en sus diferencias de criterio, que mantenían el mismo buen royo que el mostrado desde la génesis de la formación morada.

Lo que parecían bravatas electorales han resultado ser ciertas

Esperábamos que Donald Trump fuera de farol. Lo deseábamos irracionalmente, tal vez por el natural rechazo al fatalismo o la incredulidad que los disparates suscitan. Llegamos a imaginar que la suya era una estrategia deliberadamente tremendista para impactar en las masas y colarse en la Casa Blanca. Y no. Lo que parecían bravatas electorales que habrían de pasar por la criba del raciocinio cuando tocara poder han resultado ser ciertas. Ni una semana lleva instalado en la avenida de Pensilvania y ya ha obrado, como dijo que lo haría, rompiendo cosas.

Carmelo Encinas

Quien lo iba a decir. El año pasado por estas fechas Mariano Rajoy parecía un zombi político. Había rechazado la oferta del Rey de presentarse a la investidura y su rival Pedro Sánchez aceptaría intentarlo forjando un acuerdo con Ciudadanos que Podemos tuvo en su mano apoyar para sacarlo de la Moncloa. De haber seguido Iglesias el criterio de Errejón, el bueno de Rajoy estaría volcado en su despacho de registrador de la propiedad. Pero aquello no ocurrió, el oxígeno le llegaría a Rajoy en las elecciones del 20-J y desde entonces no ha hecho más que revivir. A eso los franceses lo llaman "culo de hierro".