Lo que acontece en Cataluña preocupa de verdad. No me refiero a los políticos, jueces o periodistas, que se nos supone en la pomada, a los que el asunto inquieta desde hace años. Hablo de lo que denominamos 'la calle', es decir, la gente corriente, ésa que bastante tenía ya con los problemas de empleo, apreturas económicas e incertidumbre que le plantea la situación del país para que se cuele en sus vidas otro elemento que añada inseguridad a sus vidas.