La economía aragonesa crecerá el 2,8% en 2016 y el 2,9% en 2017, período en el que se prevé que se puedan generar alrededor de 29.000 puestos de trabajo. Sin embargo, el crecimiento puede verse lastrado por la situación de inestabilidad política en España, que tendrá una repercusión sobre el PIB aragonés del 0,5% en 2016 y del 1,3% en 2017. Además, la economía aragonesa tiene varios retos ante sí como continuar impulsando la consolidación fiscal y mejorar las políticas activas de empleo para crear más puestos de trabajo y debe hacer frente a posibles riesgos como la incertidumbre de las economías emergentes y de mercados como China.
Aragón seguirá creciendo en los dos próximos años, según se recoge en el Informe Situación Aragón de BBVA Research en el que se indica que el PIB aragonés crecerá el 2,8% en el año 2016 y el 2,9% en el año 2017, situándose seis décimas por encima de la media histórica y del 2,7% que se prevé para el conjunto de la economía española.
Este crecimiento se asienta en que el contexto en el que se moverá la economía aragonesa será positivo y en el que la economía global "seguirá creciendo y esto será positivo para las exportaciones aragonesas, aunque se observan riesgos en las economías emergentes", según ha explicado Miguel Cardoso, economista jefe para España de BBVA Research.
El crecimiento de la comunidad aragonesa también se verá impulsado por el mayor dinamismo en las exportaciones y el impacto positivo que tendrán, así como por el descenso de los precios del petróleo -la reducción observada desde octubre debería tener como consecuencia un aumento del 1% adicional de crecimiento del PIB aragonés-, la ausencia de presiones inflacionistas y la disminución de los tipos en los créditos para las familias.
Unos factores a los que se suman otras variables como la política monetaria expansiva que ayudará a reducir costes para las empresas y las familias y la política fiscal, que pasa de neutral a expansiva. Además, también los socios comerciales de Europa experimentarán un crecimiento que presenta ventajas para la economía aragonesa.
El crecimiento de Aragón permitirá crear alrededor de 29.000 puestos de trabajo en el acumulado de 2016 y 2017. De este modo, con los cuatro años consecutivos de crecimiento, Aragón podrá "recuperar el 50% de los puestos de trabajo perdidos con la crisis" por lo que todavía es necesario "potenciar el crecimiento para la recuperación del empleo".
Y es que, a pesar de esta creación de empleo, el número de ocupados al final del bienio será un 10% inferior al alcanzado en el primer trimestre de 2008 y la tasa de desempleo se mantendrá más de cinco puntos por encima, previéndose que se sitúe en el 10,9% en 2017.
Riesgos económicos
Sin embargo, estos datos podrían variar puesto que la actividad podría verse afectada por una serie de factores que pueden lastrar el crecimiento económico como la caída trimestral de la riqueza financiera neta del 10%, que provocaría un descenso acumulado del consumo del 1% durante los siguientes cuatro trimestres.
Otro de los posibles riesgos de la economía aragonesa es la incertidumbre política. De acuerdo con la Encuesta de Actividad Economía BBVA Aragón, esta incertidumbre se ve reflejada y "por primera vez en nuestra encuesta se observa un deterioro de las expectativas".
De hecho, se estima que el impacto en el PIB aragonés de la incertidumbre política, de mantenerse los próximos seis meses, sería del 0,5% en 2016 y del 1,3% en 2017, pudiendo afectar ya este factor desde este mes de marzo.
Además, Aragón también tiene otro riesgo por las economías emergentes, lo que lleva a que tenga ante sí el reto de diversificar las exportaciones y hacer frente a la situación de las economías emergentes.
"Durante la crisis, uno de los factores positivos de la economía aragonesa ha sido la capacidad de continuar creciendo en exportación" y por la diversificación de los mercados, pasando China a tener un peso importante.
"Esa válvula de escape va a dejar de estar ahí" y el reto de las empresas va a ser suplir cómo crecer ante el menor dinamismo de economías como la de China. El informe también incide en la necesidad de ampliar la base empresarial exportadora.
Retos
La comunidad aragonesa igualmente tendrá que avanzar en la sostenibilidad de las cuentas públicas, así como impulsar la creación de empleo y, sobre todo, la incorporación de los jóvenes al mercado laboral.
Entre las medidas que la comunidad aragonesa podría introducir figuran "la mejora de las políticas activas de empleo. Una buena parte del desempleo procede del sector de la construcción y son personas que están en un entorno en el que la inversión residencial no se va a recuperar en niveles previos a la crisis" por lo que se debería contar con herramientas que permitan que se incorporen a sectores que sí generen empleo.
"El resto de la administración es cómo mejorar la provisión de cursos y de formación para satisfacer las necesidades de las empresas y que se cree empleo y aumentar los recursos, que son escasos para la tasa de paro de Aragón en comparación con los recursos que se destinan en Europa a políticas activas de empleo".
Además, "se debe buscar que esos recursos sean más eficientes" y que "la formación vaya dirigida a las personas para capacitarlas para un trabajo. También se necesita más coordinación entre el sector público y privado" para ver qué necesidades hay, que formación se precisa...
Unos pasos que ya serían positivos para las empresas "porque no es lo mismo que una empresa tenga que contratar a una empresa sin conocimientos en su sector y formarla desde el inicio" que incorporarla con los conocimientos que se precisan para el empleo.
Aparte, se debería incidir en la reducción de la temporalidad laboral y en mejorar la competitividad de las empresas, además de incidir en la contratación para primar los contratos indefinidos frente a los temporales, entre otras posibles medidas a aplicar.
Y otro de los retos es ahondar en la transformación digital en la que existe un amplio margen para acercarse a los niveles de las regiones líderes en Europa, aunque Aragón supera la media española en avances en transformación digital, pero tiene margen de mejora que depende, a largo plazo, del capital humano y de la calidad institucional.