
La empresa farmacéutica prevé aumentar la producción un 11%, estimándose que se alcanzarán las cerca de 7.100 millones de dosis en 2021. Además, la planta de Zaragoza también es objeto de la llegada de nuevas moléculas como impulso de las operaciones en España.
Son los planes y previsiones que tiene Teva para la planta de Zaragoza -en ella se elaboran diariamente medicamentos de alta calidad para casi todas las áreas terapéuticas-, en la que está previsto que acometa este año una inversión de 6,5 millones de euros para aumentar la capacidad de producción y packaging dentro de este ejercicio, que también está marcado por la innovación en materia de seguridad de sus empleados y por la ampliación de las instalaciones de control de calidad.
Las estimaciones de la empresa apuntan a un aumento de la producción de alrededor del 11%, de manera que está previsto que se alcancen los 7.100 millones de dosis producidas este año. Una cifra con la que se superará los 6.350 millones que se realizaron en 2020.
El aumento de la producción no está vinculado con proyectos relacionados directamente con la covid-19. "Sin embargo, existen incrementos orgánicos de la demanda mundial del porfolio actual de Teva, además de nuevas moléculas que la compañía decide traer a Zaragoza como impulso a las operaciones en España", según han indicado fuentes de la empresa a elEconomista
La mayor actividad en la planta de Teva de Zaragoza conllevará la generación de empleo, estimándose un total de 29 puestos de trabajo. Estos nuevos empleos se sumarán a la plantilla actual, que se elevará hasta los 564 empleados en todos los centros de la capital aragonesa.
Desde la compañía, el director de la planta de TEVA en Zaragoza, Antonio Cabodevilla, ha explicado durante el anuncio de las inversiones en la planta que, "dada la situación que atraviesa España con motivo del coronavirus, aumentar nuestro equipo es uno de nuestros compromisos en el país y las autoridades sanitarias".
El director ha incidido en que es una decisión que se ha adoptado con el "propósito de seguir creciendo e invirtiendo en mejorar los procesos y equipos". Unas inversiones que, sobre todo pasan por mecanismos que permitan garantizar la cadena productiva a las compañías farmacéuticas y que se enmarcan dentro de la creencia de la compañía de que los fabricantes europeos deben tener los medios para mantener sus actividades de fabricación en el continente para no depender de otras opciones más lejanas, con las desventajas logísticas y legales que suponen, y manteniendo al mismo tiempo un sistema comercial abierto y no discriminatorio.
En la actualidad, desde la planta de TEVA, se elaboran medicamentos para los mercados de España, Europa, Asia, Sudamérica y Rusia.