Aragón

La economía de Aragón se recuperará del impacto de la covid-19 en 2022

  • El mejor comportamiento del gasto de los hogares y las exportaciones agroalimentarias y de automoción han favorecido una mejor evolución de la economía de Aragón
  • Aragón es una de las comunidades que más rápido puede recuperarse del impacto de la covid-19
  • El aumento de las importaciones de bienes de equipo en un 30% en el cuarto trimestre anticipan un aumento de la capacidad productiva de las empresas
Infografía BBVA Research
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El PIB de Aragón podría crecer en 2021 el 5,6% tras una caída del 9,7% en 2020, estando previsto que se produzca un avance en la actividad del 6,4% en 2022 con el que la comunidad aragonesa recuperaría los niveles previos a la covid-19, aparte de sobrepaar a finales de ese año los 16.000 empleos, que sobre todo se generarán en sectores como el TIC, logística y transporte o construcción. No obstante, en este crecimiento, hay una serie de riesgos como la necesidad de mejorar el funcionamiento del mercado de trabajo.

La economía de Aragón no ha sido ajena al impacto económico que ha tenido la crisis sanitaria de la covid-19. La previsión es que el PIB de la comunidad en 2020 registre una caída del 9,7%, descenso que ha sido inferior al del conjunto del país, donde se ha producido una reducción del 11% del PIB.

Esta reducción de la actividad se empezó a gestar sobre todo en el confinamiento, aunque la evolución de la actividad ha ido variando a lo largo del resto del año con un tercer trimestre de 2020 más positivo de lo previsto, pero que dejaba paso a un cuarto trimestre en el que se notaba el impacto de los rebrotes de covid-19.

La economía aragonesa ha tenido una mejor evolución que la española y que otras autonomías por el mejor comportamiento del gasto de hogares, las importaciones de bienes de equipo y la exportaciones, sobre todo, del sector agroalimentario -se observa también en otras autonomías-, y de la automoción por la propia estructura fabril del sector en esta comunidad aragonesa y la fabricación de modelos más adaptados a las necesidades actuales de los consumidores y el lanzamiento de vehículos eléctricos. Una evolución del sector de automoción que sí ha sido más característica en Aragón en relación a otras autonomías con plantas y empresas que, por el contrario, han visto contraer su demanda y las ventas al exterior.

Sobre esta base, las perspectivas para Aragón son más favorables que para otras autonomías, siendo además la segunda autonomía que más rápidamente se prevé que vaya a recuperarse del impacto de la covid-19 y su PIB vuelva a los niveles de actividad de 2019, situándose tan solo por detrás de Navarra. Incluso, si se cumplen las previsiones, la economía de Aragón se situará 1,4 puntos porcentuales por encima del nivel de 2019.

Las perspectivas es que el PIB de Aragón avance el 5,6% en 2021 frente al 5,5% estimado para España, mientras se estima para 2022 un crecimiento del 6,4% que, en este caso, se situaría por debajo del 7% previsto para España. Son previsiones revisadas con un sesgo a la baja por "el impacto de la tercera ola de contagios en Aragón y España"" según ha explicado Miguel Cardoso, economista jefe para España de BBVA Research, durante la presentación en streaming del informe 'Situación Aragón'. Este sesgo a la baja también se ve influenciado por las consecuencias de los contagios en sectores como el turismo y el impacto retardado -porque no será inmediato- de los fondos Next Generation de la Unión Europea. No obstante, se espera que en el segundo semestre de 2021 la economía vuelva a crecer conforme se avance en la vacunación y la inmunidad de grupo y tengan efecto las políticas fiscales. 

El 2022 no solo se prevé que sea el año de la recuperación del PIB, sino también del empleo, estando previsto que, a finales de ese ejercicio, se sobrepasen los 16.000 empleos creados en Aragón entre 2019 y 2022. La tasa de paro se ubicará en el 10,3%.

La mejor evolución del mercado de trabajo se asentará en los sectores que mejor comportamiento está teniendo en esta crisis como la logística, transporte y almacenamiento, los servicios a distancia (como los financieros o consultorías) y todos los que tiene que ver con las TIC, así como los que se primarán con los fondos Next Generation de la Unión Europea, la formación, el comercio electrónico y la construcción porque esta crisis se afronta sin sobreoferta de vivienda, como sucedió en 2008, y el sector residencial se va a ver beneficiado.

La base de la recuperación

El inicio de la recuperación de la economía de Aragón en 2021 dependerá de una serie de factores como el apoyo de las políticas públicas y la recuperación de los socios comerciales, lo que debería apoyar la expansión de las exportaciones, aunque el ejercicio parte de un mal mes de diciembre y no ha comenzado bien en enero por la nueva ola de contagios, que ha impacto en varios sectores, sobre todo, en bares y restaurantes con una reducción del gasto en más del 50% en noviembre y un 40% en diciembre, así como por el rebote del 2,9% de los afectados por ERTEs y autónomos con necesidades de prestación en Aragón en diciembre de 2020.

La mayor aceleración de la economía se prevé así para el año 2022 por el impacto sobre la confianza en el proceso de vacunación, que "debería impulsar el crecimiento del gasto", y la evolución de las importaciones de bienes de equipo, que en el cuarto trimestre de 2020 han crecido el 30% sobre el mismo período de 2019. "Esto significa que las empresas aragonesas importan para generar más producción, aumentar capacidad de producción... Estos niveles de inversión en maquinaria de equipo adelantan el aumento de la capacidad productiva y puede ser clave en la recuperación".

La mejor evolución de la economía también dependerá de los fondos europeos Next Generation, que deberían tener un impacto positivo y significativo en sectores relacionados con las energías renovables, digitalización o sostenibilidad, aunque todavía no hay claridad sobre los proyectos que serán seleccionados, lo que dificulta saber dónde puede estar la actividad en los próximos meses, pero "en la segunda mitad de 2021 debería notarse".

El crecimiento económico también se sustentará sobre las medidas de facilidad de liquidez y los cambios relacionados en las líneas ICO con ampliación de los períodos de carencia y de pago, que ayudarán a que los costes de las empresas se mantengan contenidos, así como por las políticas de Banco Central Europeo.

Los riesgos para crecer

La recuperación de la economía tiene también una serie de riesgos. El primero de ellos es la propia pandemia porque, "sin su control ni de los contagios, no habrá confianza ara salir a la calle y no se va a poder tener una mejora del gasto en los sectores en los que hay interacción social. La recuperación se irá consolidando con la inmunidad de grupo".

Otro de los riesgos es la solvencia de las empresas. "No sé ve aumento de la destrucción del tejido productivo en Aragón por las medidas de ERTEs, líneas ICO.. La misma regulación ha impedido que haya concursos de acreedores, pero esto no implica que no se vayan a producir más adelante porque en la recuperación de sectores puede haber situaciones de insolvencia", siendo necesario que desde las administraciones se trabaje para que las empresas no caigan y puedan operar.

Además, se debe afrontar otro riesgo: el mejor funcionamiento del mercado de trabajo, reducir la precariedad y aumentar salarios. "España se juega mucho. Se necesita un consenso porque son condición necesaria para los fondos que se van a recibir de Europa".

En esta mejora del funcionamiento del mercado de trabajo, la subida del Salario Mínimo Interprofesional puede tener un impacto moderadamente negativo. "Nuestras estimaciones preliminares en este tipo de políticas es que hay ganadores -los trabajadores que se benefician de la subida (ha sido de entre el 40% y el 45% en el acumulado en tres años) y que no han perdido su empleo-, y perdedores", que son aquellos que probablemente se ven desplazados hacia el mercado informal. Es el caso de colectivos con características especiales y que tienen difícil acceder al mercado de trabajo con un contrato laboral con el SMI como inmigrantes o mujeres y las personas que trabajan en el sector servicios.

Reducir la precariedad laboral mejorando los contratos indefinidos sobre los temporales, sobre todo en materia de indemnizaciones que deberían ser más elevadas en la contratación temporal, y la formación -especialmente de los perfiles con menor cualificación-, son ejes claves a los que se suman más inversiones en políticas activas de empleo, que deben estar dotadas de más recursos y ser más eficientes.

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