
La caja ha cerrado 2019 con un beneficio de 3,2 millones de euros antes de impuestos tras destinar a provisiones 14,4 millones de euros. La entidad ha obtenido un beneficio antes de impuestos de 3,1 millones de euros a 30 de septiembre de 2020 y la previsión es acabar el año en 3,8 millones de euros dentro de un ejercicio en el que se han empezado a sentar los pilares y objetivos de la entidad para 2021, que pasan por potenciar los productos de desintermediación financiera y el impulso a la financiación a través del leasing o renting, entre otros ejes.
El 2020 está marcado por la COVID-19 y su impacto en la economía. Un contexto en el que Caja Rural de Teruel prevé cerrar este año, dentro de un criterio de prudencia, con un beneficio antes de impuestos de 3,8 millones de euros.
Una cifra que, finalmente, dependerá de la evolución de la economía y del impacto del pandemia, aunque ya a 30 de septiembre la entidad ha cerrado los nueve primeros meses del año con un beneficio antes de impuestos de 3,1 millones de euros.
"Estamos contentos con el avance del mes de septiembre porque tenemos beneficios", ha explicado David Gutiérrez, director de Caja Rural de Teruel, a elEconomista Unos beneficios que están en sintonía con los objetivos del plan estratégico diseñado por la entidad, incluso superándolos en el 15%.
A 30 de septiembre, el ratio de solvencia de la caja -que destina ocho millones de euros a provisiones en 2020-, se ha situado por encima del 19,50%, mejorando el registrado a cierre de 2019, ejercicio en el que se situó en el 17,65%. Un ratio de solvencia que se espera mantener también en los mismos niveles a cierre de 2020.
Los recursos totales de la entidad han superado los 1.600 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 2,73% en comparación con el ejercicio anterior. En cuanto a la inversión crediticia, de enero a septiembre de 2020, ha experimentado un crecimiento del 1,35%, recuperando parte del crecimiento perdido en 2019 y que se ha visto impulsado en gran parte por las operaciones dentro de la línea ICO-COVID, especialmente en el segmento de pymes y autónomos.
En concreto, de las 3.202 operaciones de financiación y avales, 1.057 se corresponden con los convenios ICO-COVID y Avalia SGR, según los datos adelantados en la Asamblea General Ordinaria de la Caja Rural de Teruel en la que también se hizo un repaso por el plan estratégico y se explicaron los ejes estratégicos para el próximo año.
En 2021, la entidad se ha marcado como ejes de acción prioritarios potenciar los productos de desintermediación, fomentando los seguros y los fondos de inversión, además de poner el foco en la financiación a través de leasing, conforming y renting.
Unos canales financieros que, con anterioridad, en la caja no se estaban utilizando en gran medida -se apostaba por préstamos y créditos-, y que ahora se impulsarán principalmente para pymes y autónomos. Precisamente, ya en 2020, la entidad ha crecido significativamente en términos relativos en leasing con un aumento del 336%en contratación y del 200% en importe, "aunque partíamos de niveles muy bajos", ha matizado David Gutiérrez, quien asegura que "queda camino por recorrer".
Las principales líneas para 2020 pasan también por las líneas de circulante -aunque se depende de la evolución de la economía-, y por la segmentación de clientes, campo en el que Caja Rural de Teruel ya llevó a cabo un programa en el segmento de particulares. Igualmente, se incidirá en la domiciliación de nóminas y pensiones y en el ahorro de costes generales, así como en apoyar al sector agroalimentario y sin obviar los anticipos de la PAC (la cuota PAC en la provincia de Teruel de la entidad es superior al 50%. En el sector agrario, la entidad registra un fuerte aumento con más de 2.600 pólizas firmadas y un aumento del 260% y del 300% en número de operaciones y en el volumen de anticipos, respectivamente.
La entidad también prevé avanzar en 2021 en la venta de inmuebles adjudicados, operaciones con las que ya el año pasado pudo obtener una plusvalía de dos millones de euros.
Cuentas 2019
En la Asamblea General Ordinaria se aprobaron las cuentas del año 2019, ejercicio que se ha cerrado con un beneficio antes de impuestos de 3,2 millones de euros tras destinar a provisiones 14,4 millones de euros. Con las provisiones realizadas en 2019, la tasa de cobertura es del 61,08%.
Una cifra con la que la entidad recupera la senda de los beneficios tras un ejercicio de 2018 marcado por el cumplimiento de las normas del Banco de España. Además, la entidad realizó una operación ROF con una cartera de deuda pública, que generó unas plusvalías por valor de 4,7 millones de euros.
En el año 2019, la caja mejoró en 5,4 puntos el ratio de solvencia en comparación con el ejercicio anterior, situándose en el 17,65%, mientras que la tasa de mora disminuyó en 2,33 puntos porcentuales en comparación con 2018.
La inversión crediticia supera los 835 millones de euros, produciéndose un decrecimiento marcado por la amortización de operaciones naturales y por créditos que pasaron a ser fallidos. Los recursos totales de la entidad superan los 1.563 millones de euros tras aumentar en 65 millones.
El patrimonio neto se situó en 141,2 millones de euros, lo que representa un aumento del 28% respecto a 2018, mientras que el capital social ascendió a 108 millones de euros, mejorando un 30% sobre 2018. La cifra de socios creció durante 2019 en 858, cerrando el año con 24.660.
En la asamblea, el presidente de Caja Rural de Teruel, José Cuevas, destacó el papel de las cajas rurales, que "se quedan, en muchos casos, como única alternativa a la exclusión financiera, así como la única opción para dinamizar la economía del medio rural, tan necesario para el desarrollo del país, especialmente en zonas despobladas como la provincia de Teruel". Un papel que la entidad va a mantener, puesto que no contempla el cierre de oficinas dentro de la nueva ola de reestructuración del sector financiero.
Otros asuntos
En la Asamblea también se renovó a José Cuevas Moreno como presidente de la entidad, aparte de elegirse como nuevo consejero a Juan Carlos Brun Macipe, presidente de la Cooperativa Nuestra Señora de los Pueyos de Alcañiz, en sustitución de José Miguel Ayuda Oliver.
Además, y dentro de los actos previstos por el centenario de Caja Rural de Teruel, la entidad también rindió homenaje a 15 empresas centenarias de la provincia: la pastelería Belenguer de Alcorisa, la librería Espallargas de Alcorisa, el Horno Santa Cristina de Teruel, la farmacia Estevan de Alcañiz, Marchenica de Calanda, la carnicería Salas de Montalbán, la imprenta Perruca de Teruel, la panadería Lop de Castelserás, la funeraria Andrés y Forner de Alcañiz, la farmacia Alcalá de Montalbán, la joyería Tena de Teruel, la ferreteria Falgás de Valderrobres, la farmacia de Mariano Giménez en Teruel, la pastelería Muñoz de Teruel y el comercio textil Ferrán de Teruel.
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