Anfac incide en la necesidad de poner en marcha un plan de choque para este sector ante la caída de las matriculaciones en un 45%, en 700.000 unidades la producción y en el 34% las exportaciones.
Un plan de choque que urge poner para ayudar a este sector que se ha visto afectado por la crisis de la COVID-19 y que tiene un importante peso económico, ya que supone el 10% del PIB, el 9% del empleo (que es cualificado), el 15% de la recaudación fiscal y el 18% del valor de las exportaciones, siendo el primero en ventas al exterior con una aportación neta de 14.000 millones de euros. Además, es intenso en I+D+i.
Es un plan de choque y "apoyo a las líneas de automoción y de componentes con medidas específicas para que las fábricas españolas sean las más competitivas de Europa. Para eso hay que ser más rápidos", según ha explicado José López-Tafall, director general de Anfac, durante su participación en el webinar 'El futuro de la industria de la automoción'' organizado por la Fundación Ibercaja.
El sector cifra en 54.000 millones de euros la inversión necesaria y urge a pasar a la acción para evitar que se produzca una caída del 2% del PIB nacional y del 8% del empleo. Son medidas que son necesarias porque el anuncio del cierre de la planta de Nissan "es un aviso" de lo que puede suceder en este sector que, además, también es clave en España porque es "vertebrador del territorio", dado que las 17 plantas de fabricación asociadas a Anfac y la industria asociada está repartida por prácticamente todo el territorio nacional. "La planta de Nissan tiene que ser la última en cerrar y ser una piedra de toque para poner las medidas para que no vuelva a pasar".
"Lo prioritario ha sido poner suelo a las caídas y ahora hay que ayudar a recuperar la demanda, intensificando estos esfuerzos. Hay experiencias que funcionan bien y son fuente de ingresos para el sector público porque el retorno es positivo. Se recupera más dinero que el que se aporta. Hay que actuar con rapidez", sobre todo, porque otros países como Francia ya han anunciado su estrategia.
El apoyo al sector también es necesario para abordar su transformación de cara al futuro y abordar las tendencias que llegan en movilidad porque "la movilidad es automoción", en el empleo de otras energías alternativas o en la digitalización con la entrada del vehículo conectado. "Hemos de avanzar en la transición para que las fábricas sigan siendo competitivas y atraigan inversión".
Desde Anfac se ha diseñado una hoja de ruta con horizonte 2040, que comprende seis áreas de actuación, que están relacionadas con el fomento de la inversión y la competitividad, así como con el empleo y la formación para poder disponer de los nuevos perfiles para las nuevas plantas. "Queremos trabajadores con buena cualificación y no con los salarios más baratos, que no lo vamos a conseguir y, además, empobrece". Los ejes de acción, igualmente, pasan por el medioambiente y la energía con un enfoque integral y neutralidad tecnológica, la movilidad (es necesario saber qué se entiende por nuevos servicios) y la administración para tener más agilidad y colaboración.
El director general de Anfac también ha abogado por impulsar la innovación, sobre todo vinculada a los procesos productivos, y por convertir a España en una especie de banco de pruebas para que todas las startups y ecosistema que se está generando en torno a la movilidad vengan a España. Y, para eso, ha indicado que hay que ser muy innovadores y estar preparados por lo que ha vuelto a urgir a actuar con rapidez.
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