Motor

Anfac pide al Gobierno empezar a trabajar en el día después de la crisis

  • El parón obliga a dejar de producir 50.000 vehículos a la semana
  • Solicita líneas de crédito para las pymes y las grandes empresas
  • No descarta fusiones entre los fabricantes

El presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), José Vicente de los Mozos, ha pedido al Gobierno empezar a trabajar en el día después de la crisis del coronavirus.

Para el presidente de Anfac y director general del Grupo Renault, el actual parón que afecta al sector de la automoción "supone dejar de fabricar 50.000 vehículos a la semana y dejar de vender entre 20.000 y 25.000 unidades a la semana", según ha explicado en una entrevista con el canal 24h recogida por elEconomista.

Según ha explicado, "estamos copiando lo que está pasando en China. En ese país, la actividad estuvo parada durante 55 días y un mes después las ventas cayeron un 70%. En España tenemos que seguir muy atentos lo que ha pasado en China y a partir de ahí empezar a hacer la proyección de lo que puede pasar en los próximos meses".

Asimismo, el presidente de la patronal de fabricantes ha destacado que el día a día es "muy duro, pero al mismo tiempo hay que tener la cabeza fría para pensar en el día después". En su opinión, "el día de hoy es una desgracia humana y sanitaria, pero mañana puede ser una desgracia económica y social".

Por ello ha recomendado mejorar la agilidad y copiar lo que está haciendo China o Corea. "Somos un país en el que a veces la creatividad nos hace perder tiempo y creo que en este momento es importante que el Gobierno y las distintas administraciones mejoren la coordinación, pero también tienen que contar con el sector privado, ya que el tiempo es muy importante", ha comentado.

Preguntado por cómo va a aguantar el sector de la automoción cuando se reanude la actividad, De los Mozos ha señalado que lo importante es la salud de todas las personas que forman parte del sector del automóvil. "Tenemos la responsabilidad de que todo trabajador de una fábrica o un concesionario realmente está totalmente protegido. Es la prioridad número 1 y en ese sentido desde Anfac, con la experiencia de Corea y China, estamos adaptando los protocolos sanitarios que ya existían a esta nueva pandemia", ha añadido.

En cuanto a las ayudas por parte de la Administración, De los Mozos ha dicho que "ahora lo primero que hay que hacer es sobrevivir". Uno de los problemas de las pequeñas y medianas empresas es el flujo de caja. En su opinión, "hacen falta líneas de crédito para que estas empresas puedan sobrevivir en los próximos meses, ya que si no un porcentaje de ellas va a desaparecer. Es duro decirlo, pero es la realidad", al tiempo que ha recordado que las grandes empresas necesitan líneas de crédito.

"Además, hay que retrasar las cargas sociales que se puedan hacer y a partir de aquí tenemos que ver cómo podemos dinamizar los motores y la economía para ir generando confianza a los clientes, ya que ahora el vehículo no va a ser una prioridad", ha agregado.

En cuanto a las posibles fusiones de los fabricantes, el directivo de Renautl ha añadido que actualmente estamos en un nuevo paradigma. "El valor en Bolsa de los grupos automovilísticos ha caído varios dígitos, por lo que todo es posible. Creo que tenemos que estar al abrigo de cualquier cosa que pueda pasar y además por un tema adicional en España, que es el segundo fabricante europeo de vehículos, pero los centros de decisión no están aquí, con lo cual, más que nunca, es importante trabajar en la digitalización, en la industria 4.0".

Multas de la UE

Por otro lado, preguntado por la reconversión en la que se encontraba inmersa el sector de la automoción, De los Mozos ha hecho hincapié en que los fabricantes están completamente comprometidos con la descarbonización, "pero está claro que las multas que había estipuladas si no se cumplían los objetivos para este año, al tener los centros parados durante meses, hay muchos proyectos que se tienen que decalar". En caso de que la Unión Europea siguiese adelante con la normativa, se pondría a la industria en una "posición más complicada" de la que se encuentra a día de hoy.

"Las administraciones solas, sin contar con el sector privado, tendrán difícil trabajar con la agilidad que es necesaria en estos momentos", ha sentenciado.

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