Poder ir al aeropuerto en su propio vehículo y olvidarse de aparcarlo es lo que propone Llollo: "Hay clientes que prefieren no llevar su coche y utilizar Cabify o taxi. Nuestro foco está en que prueben el servicio y descubran que existe una opción fácil y práctica que cambie su manera de moverse cuando viajan", declara Hans Christ, con amplia experiencia en startups en España, Colombia y México, es uno de los tres fundadores de la aplicación.
Fundada en 2015, Llollo opera en Barajas, en El Prat y en las estaciones de Atocha y de Sants -Madrid y Barcelona respectivamente-. Disponen de 65 agentes entre ambas ciudades que se encargan de recoger el coche previa solicitud del cliente y, posteriormente, aparcarlo en uno de los parkings privados de los que dispone la entidad -cuentan con un seguro a todo riesgo de hasta un millón de euros para cubrir percances-.
Antes de trabajar para la compañía, los agentes pasan pruebas de conducción y atención al cliente: "Todos los agentes son mayores de 25 años, con mínimo cinco años de carné y con experiencia en manejar tanto vehículos manuales como automáticos". Una vez regrese del viaje, el cliente recibirá el automóvil en el día y la hora que se haya indicado.
En cuanto a la competencia, Christ cuenta que "tenemos mucha pero creemos que nuestra tecnología y enfoque hacia el cliente hacen que cada vez más personas nos prefieran, no soólo por el ahorro sino por la experiencia de principio a fin".
Crear una cuenta de empresa
"Las compañías no solo buscan una solución que sea económica para ahorrar costes, sino que también valoran mucho la automatización y gestión de la movilidad de sus empleados", declara el fundador de la app, a lo que añade: "Ahorramos hasta un 70% a las empresas en costes de aparcamiento o taxis".
La solución business de Llollo permite crear una cuenta de empresa por medio de la cual los empleados se dan de alta y utilizan el servicio sin tener que adelantar dinero:
"Le facturamos a la compañía todos los viajes realizados al final de cada mes, así no tienen que solicitar facturas para justificar los gastos". Las corporaciones que piden sus servicios son multinacionales, consultoras y medianas empresas. Algunas de ellas son: Boston Consulting Group, Carrefour, Banco Santander, FFC, Altadis, Global Premium Brands, Berge o BBVA. Los precios en los que se mueve Llollo rondan los 30 euros por dos días de aparcamiento.
En cuanto a la tecnología aplicada al mundo del transporte empresarial, Christ: "Creo que estamos en pañales en comparación a otros países. Hay empresas de movilidad con mucho futuro en España con grandes propuestas que van a cambiar cómo la gente se desplaza. Todo servicio que puede ofrecer la automatización y gestión de su operativa triunfará a nivel corporativo".
Llollo, de firma española, ha levantado su segunda ronda de financiación en menos de un año con un total de millón y medio de euros en fondos privados, que pretende utilizar para "seguir desarrollando nuestra tecnología punta".