
Cuando decimos que el mundo de la gastronomía es amplio y diverso, no nos referimos únicamente a la gran variedad de alimentos y recetas que encontramos en él, sino también a los utensilios y electrodomésticos. En un mundo en el que cada vez encontramos más marcas, tipos, materiales y diferentes formas, en el tema de las sartenes no funciona así, pues aunque existen las de teflón o las de acero inoxidable, en realidad las mejores son aquellas que ya utilizaban nuestras abuelas: las de hierro fundido.
Estas viejas sartenes vuelven a estar de moda y el motivo principal de ello es su calidad. Económicas, fáciles de cuidar y con un material que conduce a la perfección el calor, de modo que los alimentos que se cocinan sin problema y de manera uniforme. No obstante, si tienes o has tenido alguna, sabrás que el gran problema de este tipo de sartenes en la suciedad que se queda adherida a la superficie.
Como limpiar las sartenes de hierro fundido
En primer lugar, tu sartén de hierro fundido tiene solución y en realidad limpiarla es mucho más fácil de lo que parece, de modo que no desesperes y no raspes los restos negros que se han quedado pegados. El mejor truco para devolverle toda su funcionalidad y que quede como nuevas es limpiarla con un puñado de sal gorda.

Como lo lees, para limpiar las sartenes de hierro fundido solo necesitas sal y un estropajo. Pocos lo saben, pero este ingrediente, además de tener un claro hueco en la cocina, también es de gran ayuda en esta tarea. Para ello, únicamente deberás echar un puñado, calentar la sartén para que se maximice el efecto y restregar con cuidado para no quemarte con la ayuda de un estropajo suave.
De esta forma, podrás eliminar esos restos negros indeseables que se habían quedado adheridos en la sartén y acabar con los malos olores a la vez.