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Adiós a las manchas en la mampara de la ducha: el truco que será tendencia en 2026 y reinará en todas las casas

Mampara de la ducha. Fuente: Canva.

Mantener limpia la mampara de la ducha es una de esas tareas domésticas que desespera a muchos. El vidrio parece acumular con rapidez una película blanquecina difícil de quitar, y por más que se prueben trucos caseros con vinagre, bicarbonato o productos específicos, el resultado suele ser decepcionante. El problema es que, en algunos casos, las manchas ya no se deben solo a suciedad, sino a un fenómeno mucho más complicado de resolver.

En profundidad

El ingeniero químico Diego Fernández, autor del Manual de usos y aplicaciones de productos químicos domésticos y divulgador en redes sociales, advierte sobre la existencia de las llamadas "manchas fantasma" en las mamparas de ducha: marcas que permanecen incluso después de limpiar y que, según explica, no se eliminan con métodos convencionales. "Si aparecen, toca pulir", asegura.

Fernández detalla que la turbidez del vidrio no es uniforme, sino que está causada por dos tipos de suciedad distintos. Por un lado, el sarro inorgánico, esa costra blanca formada por diminutos cristales de calcio y magnesio que se incrustan en los poros del vidrio cuando el agua se evapora. Por otro, los residuos orgánicos de jabones y champús, que al mezclarse con esos minerales generan un compuesto graso llamado estearato.

El problema es que la mayoría de limpiadores actúan solo sobre una de estas capas. Los jabones convencionales disuelven la parte orgánica, pero no la inorgánica; y sin un ácido que elimine el sarro, la superficie del cristal nunca llega a quedar transparente.

Más detalles

A esta doble capa de suciedad se suma un tercer problema más difícil de abordar: las llamadas manchas fantasma. Se producen cuando la mampara no se limpia durante mucho tiempo y las capas de residuos se acumulan, generando un micro pH ácido que poco a poco ataca al propio vidrio. En este proceso, el sílice del cristal se disuelve y se forman marcas permanentes, conocidas como grabado químico.

A diferencia de la suciedad común, estas manchas no desaparecen con limpiadores caseros ni con productos comerciales. La única solución, según el ingeniero químico, es pulir profesionalmente el vidrio con abrasivos ultrafinos, como el óxido de cerio.

Paso a paso

La buena noticia es que, si la mampara aún no ha llegado a ese punto, sí existe un método eficaz para dejarla como nueva. Fernández recomienda un proceso en dos pasos:

1. Desengrasar con una mezcla de 500 ml de agua caliente y una cucharadita de jabón líquido para platos. Se aplica con una esponja para eliminar la capa de residuos orgánicos.

2. Disolver el sarro con un ácido suave, como vinagre industrial o de limpieza. Tras aplicarlo, basta enjuagar y secar con un paño de microfibra.

El experto recalca que esta es la forma correcta de limpiar el vidrio de la ducha porque actúa sobre los dos tipos de suciedad a la vez: la grasa y la costra mineral.

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