
Con el mes de agosto ya aquí, hay muchos que comienzan justamente sus vacaciones o que están rozándolas con los dedos. Una escapada a la playa, un viaje a una ciudad nueva y repleta de sitios por conocer o simplemente el momento ideal para regresar a casa. Ante ello, y al igual que ocurre con otros factores, hay quienes quieren mimarse para empezar estos días de descanso por todo lo alto.
Los pies son una de las partes más olvidadas y que en ocasiones menos cuidados recibe, cuando no debería ser así. Precisamente, el continuo contacto con las sandalias o las chanclas en verano favorece la formación de durezas y grietas. Cuidar de nuestros pies es una tarea más sencilla de lo que pensamos y se puede hacer en pocos minutos. Con tan solo un barreño con agua, bicarbonato y sal lograremos que estén limpios y suaves.
Propiedades y beneficios de este remedio casero
Gracias a la presencia del bicarbonato y la sal, los beneficios del lavado de pies se multiplican, de manera que conseguimos una limpieza mucho más profunda. Ambos ingredientes cuentan con altas propiedades antisépticas y desinfectantes que ayudan a eliminar bacterias y hongos que puedan haberse formado durante los meses de frío al llevar calzado cerrado.
También es una fantástica opción si se tienen durezas en los pies, ya que este tipo de lavados fomentan la eliminación de aquellas células muertas que se suelen acumular en los talones. Precisamente este paso nos ayudará también a que se absorba mejor los productos que apliquemos después, como la crema hidratante, ya que penetra directamente en las capas de la piel que nos interesan. Como resultado, unos pies limpios, suaves e hidratados.

Otro de los beneficios de sumergir los pies en agua con sal y bicarbonato puede ser el de reducir la hinchazón y mejorar la circulación sanguínea, sobre todo tras aquellas largas jornadas laborales o un día de turismo por la ciudad.
Cómo realizar este lavado
- En un barreño o recipiente lo suficientemente grande para sumergir ambos pies.
- Agrega agua tibia y añade dos cucharadas de sal gruesa y otras dos de bicarbonato de sodio. Mezcla bien para que se disuelva.
- Sumerge los pies durante unos 15-20 minutos.
- Seca con cuidado y aplica una crema hidratante.