
Ya lo ha anunciado en varias ocasiones la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), las altas temperaturas van a ser una de las grandes protagonistas del verano. Ante esta situación, que en realidad a nadie sorprende, existen varios métodos para sobrellevar mejor y uno de ellos es el aire acondicionado. No hace falta explicar cuáles son sus ventajas, pues es capaz de enfriar cualquier estancia en cuestión de pocos minutos. No obstante, también es necesario conocer sus desventajas, y una de ellas es el consumo.
Lo que no todo el mundo sabe es que es posible encontrar la temperatura ideal con la que refrescar el ambiente y a la vez no gastar tanto.
En profundidad
En realidad, aunque parezca una cuestión sencilla, no lo es tanto. Conseguir identificar cuál es la idónea es importante, ya que nos aseguraremos que el aire no se convierte en un riesgo para la salud y, además estabilizaremos el consumo eléctrico. Según un estudio compartido por el Instituto para la Diversificación del Ahorro y la Energía, la temperatura ideal a la que debemos poner el aire acondicionado en verano debe situarse entre los 23ºC y los 25ºC.

Estas cifras se explican bajo el concepto 'bienestar térmico' y busca a su vez evitar el choque. Para ello, deberemos tener en cuenta cuál es la temperatura que hay en el exterior y así configurar la de nuestro aparato de aire acondicionado una cifra que se encuentre entre unos 5ºC y 8ºC de diferencia, según el momento del día. Además de ser más que suficiente, también ayuda a que nuestro cuerpo regule las fluctuaciones correctamente, evitando que nos podamos poner enfermos.
Según la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), hasta uno 20% de los cuadros catarrales, laringitis y faringitis se producen por un uso inadecuado el aire acondicionado. Sumado a ello, también es importante mantener una buena rutina de limpieza del aparato, no solo por fuera, sino eliminar el polvo y los gérmenes que se puedan situar en los filtros.

A tener en cuenta
Ahora bien, también existen otro tipo de cuestiones que es mejor esclarecer, ya que pueden ayudarnos a ahorrar. Entre algunos de los mitos más extendidos es el de encender el aire acondicionado a una temperatura muy baja, para que enfríe antes el ambiente. Esto, lejos de ser así, hace que el aparato tenga que trabajar más, por lo que también se dispara el consumo energético y se traduce en un aumento en nuestra factura.
Otro de los grandes dilemas es el de apagar y encender el aire acondicionado constantemente. Se trata de un grave error que puede llevar a estropear el aparato. Lo que debemos entender en primer lugar es que, los aires acondicionados funcionan en ciclos para mantener una temperatura regular, de forma que no sería necesario tener que estar apagándolo.