
Estarás de acuerdo que uno de esos pequeños placeres de la vida suceden cuando entras a la habitación de hotel que has reservado y se encuentra impoluta. Camas perfectamente hechas, ni una mota de polvo a la vista y con pequeños detalles en cada rincón. La limpieza de cualquier hotel es clave para que los huéspedes se puedan sentir cómodos en él, algo que también sucede en el hogar.
Precisamente hay quienes han intentado recrear ese ambiente y esa frescura característica de las habitaciones de hotel en casa. Ahora bien, lo que pocos saben es que para conseguirlo es clave seguir una rutina. Según una experta en limpieza de hoteles, el secreto está en enfatizar las zonas más importantes.
Los puntos de "alto contacto"
En declaraciones para el medio británico Express, Lisa Williams, ejecutiva y ama de llaves del The Grand, insiste que la clave está en asegurarse de limpiar a conciencia aquellas zonas conocidas como "de alto contacto", pues son uno de los mayores focos de gérmenes. Dentro de esta categoría entran en juego objetos y zonas como las manivelas de las puertas, los interruptores, grifería o pasamanos, que habitualmente pasan más desapercibidos y que albergan bacterias debido al contacto frecuente.

Una vez se haya acabado de limpiar esas zonas, entonces es el momento de continuar con aquellas que reciben un menor contacto, como espejos o lámparas, y limpiar o aspirar otras superficies. "Limpiar en este orden garantiza la mayor eficiencia posible", afirma la experta.
Ya se espere visita en casa o no, por supuesto, los detalles son los que terminan marcando la diferencia. Esto mismo es lo que defiende Williams en sus declaraciones y lo que también hace parecer a una habitación más glamurosa o no. Llevar este consejo a nuestro hogar es sencillo. Por ejemplo se puede optar por colocar las toallas de manera vistosa en el aseo o dedicarle un tiempo extra a hacer la cama. Y cómo no, terminar con alguna fragancia para aportar ese toque de frescura extra que tanto gusta.