
Con las altas temperaturas que se pueden alcanzar en verano, son muchos los dueños que tratan de refrescar a sus perros, ya que en ocasiones pueden pasar demasiado calor, sin embargo, este sencillo gesto puede ser muy perjudicial, llegando incluso a poner en riesgo su propia vida, tal y como explican veterinarios y adiestradores: "Pueden morir".
Y es que, en muchas ocasiones, creemos que refrescar a nuestras mascotas con agua les ayudará a estar más fresquitos, pero la realidad es que puede llegar incluso a obtenerse el resultado contrario, haciendo que pasen aún más calor.
Esto sucede cuando se les moja el lomo, especialmente si van a estar después al sol, ya que el agua puede quedar atrapada en las zonas más profundas del pelo, y con el calor del propio sol, calentarse en exceso, provocando golpes de calor que en el peor de los casos, pueden acabar con la vida de nuestras mascotas.
Además, si el agua está muy fría y el perro está muy caliente (después de haber pasado un buen rato bajo el sol), se pueden producir choques térmicos que también pueden poner en grave peligro su vida.
Cómo se refrescan
Si bien esta información puede asustar, no hay que preocuparse, ya que existen formas seguras de refrescar a las mascotas en los meses más calurosos, evitando poner en riesgo su salud.
La principal recomendación es evitar que pasen demasiado tiempo al sol en las horas centrales de día, concentrando los paseos largos a primeras y últimas horas, cuando las temperaturas son más bajas y sufren menos.
Si por algún motivo tiene que pasar un rato bajo el sol y queremos refrescarlo, es esencial no mojar lomo y cabeza, y sí humedecer la barriga, ingles y patitas, ya que en esas zonas no da tan directamente la luz solar.
Como última recomendación, se aconseja que el agua no esté demasiado fría, precisamente para evitar choques térmicos, por lo que se aconseja que se encuentre a temperatura ambiente.