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Polémica por participación del 'think tank' de Tony Blair en proyecto que proponía un "Trump Riviera" en Gaza

Tony Blair, primer ministro de Reino Unido y Donald Trump, presidente de EEUU.

El Instituto Tony Blair para el Cambio Global (TBI, por sus siglas en inglés) ha sido vinculado con el polémico proyecto que propone transformar la Franja de Gaza en una zona turística al estilo de la "Riviera", acompañado de una zona de manufactura tecnológica con el nombre de Elon Musk. La iniciativa, apoyada por Trump y por empresarios israelíes, y respaldada por modelos financieros desarrollados por la firma estadounidense Boston Consulting Group (BCG), ha generado un fuerte revuelo internacional por sus implicaciones políticas, económicas y humanitarias.

TBI ha negado su participación directa en la elaboración del plan, si bien ha admitido que dos de sus empleados participaron en reuniones telefónicas relacionadas con el proyecto y formaron parte de un grupo (como los de WhatsApp) donde se discutían ideas para la reconstrucción de Gaza una vez finalice el conflicto cuyo balance de víctimas, incluidos niños, se acerca a los 60.000 muertos desde el ataque de los terroristas de Hamás y la posterior respuesta de Israel.

Uno de los documentos compartidos dentro de este grupo de trabajo fue un texto interno del TBI titulado Gaza Economic Blueprint. El informe, originalmente publicado por el Financial Times, detalla que el plan tenía como objetivo atraer la atención del expresidente estadounidense Donald Trump y de líderes del Golfo Pérsico, como el príncipe heredero saudita Mohammed bin Salman (MBS) y el líder emiratí Mohammed bin Zayed (MBZ). El documento hablaba de una serie de "megaproyectos" que incluían autopistas con los nombres de estos mandatarios ("MBS Ring" y "MBZ Central") y una zona industrial de alta tecnología denominada "Elon Musk smart manufacturing zone".

Uno de los puntos más controvertidos del plan era la propuesta de pagar a medio millón de palestinos para que abandonaran la Franja de Gaza, un concepto que ha sido ampliamente criticado por organizaciones de derechos humanos y actores diplomáticos como una forma encubierta de limpieza étnica.

En febrero de este año,Trump avivó la controversia al compartir en redes sociales un video generado por inteligencia artificial que visualizaba una Gaza transformada en un lujoso destino turístico. "Tenemos la oportunidad de hacer algo fenomenal… la Riviera del Medio Oriente. Podría ser magnífica", escribió el presidente norteamericano.

Ante el escándalo mediático, el Instituto Tony Blair ha emitido un comunicado en el que niega rotundamente haber participado en la redacción de la presentación que detalla el plan, asegurando que se trata de un "documento de BCG" y que no ha sido elaborado ni aprobado por el TBI. Además, aclara que su personal mantiene contacto con numerosos actores internacionales que desarrollan propuestas para la reconstrucción postbélica de Gaza, pero eso no implica respaldo a dichas ideas.

"Tony Blair no ha hablado con las personas que elaboraron esta presentación ni ha comentado sobre ella. Los miembros del TBI han participado en llamadas con múltiples grupos que proponen planes para Gaza, pero no colaboramos en la redacción de ese documento, el cual no representa ni nuestro trabajo ni nuestra visión", ha declarado un portavoz del instituto.

"El TBI se opone tajantemente a cualquier iniciativa que busque forzar a los gazatíes a abandonar su tierra. Nuestra misión ha sido, y sigue siendo, trabajar por un futuro mejor para los palestinos en Gaza, permitiéndoles quedarse y reconstruir sus vidas con dignidad", añade.

El portavoz también afirma que el documento interno del TBI que fue compartido en el grupo de mensajes es solo uno entre muchos análisis internos sobre posibles escenarios en Gaza, y no constituye una propuesta oficial del instituto.

Por su parte, la consultora Boston Consulting Group se enfrenta a sus propios problemas. La empresa ha cancelado su contrato con la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF, por sus siglas en inglés), una organización respaldada por intereses israelíes y estadounidenses, tras recibir duras críticas por la falta de transparencia en sus operaciones y fuentes de financiación. De acuerdo con el Financial Times, BCG despidió a dos socios implicados en el proyecto y aseguró que estos habían engañado a la alta dirección de la firma.

El ex primer ministro del Reino Unido Tony Blair ha venido manteniendo un papel activo en Medio Oriente desde su salida de Downing Street, hace 18 años, desempeñándose durante casi ocho años como representante del Cuarteto para la Paz en la región, una iniciativa conjunta de la ONU, Estados Unidos, la Unión Europea y Rusia. El que fuera líder laborista renunció a ese cargo en 2015, pero su instituto continúa trabajando en propuestas de desarrollo para zonas en conflicto.

El TBI se describe como una organización sin fines de lucro y apartidista que asesora a gobiernos y líderes en la implementación de ideas innovadoras. Estar salpicados por la controversia sobre la llamada "Riviera de Gaza" ha puesto en entredicho los límites éticos de su participación en propuestas con componentes tan sensibles como la reubicación masiva de poblaciones.

A medida que se intensifica el debate internacional sobre el futuro de Gaza, muchos expertos advierten sobre el riesgo de imponer modelos de reconstrucción basados en intereses ajenos a las necesidades reales de los palestinos. Son muchas las voces, incluso desde ámbitos conservadores, las que consideran que la polémica del "Trump Riviera" podría convertirse en un símbolo de lo que ocurre cuando la política, el negocio y la planificación del desarrollo se entrelazan sin considerar los derechos fundamentales de las comunidades afectadas.

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