
El aire acondicionado pasa, generalmente, bastantes meses sin usarse, hasta que vuelve la temporada de verano. Sin embargo, no todo el mundo sabe que hay que limpiar los filtros, al menos antes de empezar la temporada de uso, para eliminar el polvo y las bacterias acumuladas durante el invierno.
Aunque parezca irrelevante la limpieza de los filtros, ya que nosotros no vemos esta suicidad (se encuentra dentro del propio climatizador), si encendemos directamente el aire todas esas partículas caerán en nuestros muebles y se quedarán en el aire, por lo que acabarán en nuestros pulmones.
La limpieza parece mucho más compleja de lo que realmente es, puesto que en unos minutos se puede dejar a punto para refrescar nuestra vivienda durante todo el verano.
Para ello, abriremos el aire acondicionado y sacaremos los filtros. Después, los enjuagaremos con agua en el fregadero o en la bañera, para quitar la suciedad superficial.
Acto seguido, las dejaremos en remojo con agua caliente y un chorrito de vinagre de limpieza. Mientras, podemos limpiar el propio climatizador con una bayeta con agua o con la aspiradora.
Pasados unos minutos, aclararemos los filtros y los limpiaremos con algún cepillo suave, o en su defecto, con una esponja o bayeta. Aclararemos todo muy bien y volveremos a instalarlo en su sitio.
De esta forma, podemos disfrutar de un aire limpio y fresco en nuestras viviendas. Este proceso también se puede repetir al finalizar la temporada de verano.