
Indra tiene garantizado el apoyo de prácticamente el 50% del capital para sacar adelante la fusión con Escribano Mechanical & Engineering (EM&E) y crear un gigante español de la defensa.
La tecnológica española, que ha encargado un estudio sobre la viabilidad del proyecto a KPMG, tiene el respaldo, además de Escribano, propietario de un 14,3% del capital, de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), que suma el 28% del accionariado de la tecnológica, así como del presidente del Grupo Prisa, Joseph Oughourlian, que aglutina otro 7,24% a través de su fondo Amber Capital.
Todos ellos han mostrado su apoyo total a la fusión, según ha podido confirmar este periódico en distintas fuentes. La integración de Escribano con Indra saldría adelante, al sumar así, como mínimo, el 49,54%. La única oposición en este momento a llevar a cabo la integración es la compañía vasca Sapa, dueña del 8% del capital, molesta además porque no habría sido informada de la misma en el consejo de administración.
Indra confirmó el pasado viernes a la CNMV a través de un hecho relevante, que realizaría "un proceso continuo" de búsqueda de actores relevantes en el sector de la defensa, que pudiesen aportar un "valor añadido" a la compañía. Entre estos actores, según admitió, tras haberse filtrado un día antes, se "incluye la empresa Escribano Mechanical and Engineering, S.L.U, sin que a día de hoy exista ninguna decisión adoptada diferente de las comunicadas al mercado".
Las fuentes consultadas por este periódico apuntan, de hecho, a que la operación lleva meses en estudio y no ha sido el actual presidente de Indra, Ángel Escribano, el que ha encargado su viabilidad a KPMG, sino que fue una decisión tomada ya por su predecesor, Marc Murtra, actualmente en Telefónica.
El origen del proyecto
La operación la liderará por parte de Indra el consejero delegado, José Vicente de los Mozos, pues tanto el presidente de Indra como su hermano Javier Escribano son dueños de la compañía de defensa familiar. Para cumplir con las normas de Buen Gobierno, tanto Ángel Escribano como su hermano Javier, que es consejero dominical, han tomado la decisión de ausentarse tanto de las deliberaciones en el consejo de administración sobre la adquisición como de las eventuales votaciones que pudieran llevarse a cabo. El máximo órgano ejecutivo de la compañía tiene previsto celebrar el próximo miércoles una reunión de carácter ordinario en el que, aunque en principio no estaba previsto en el orden del día, es muy posible que se debata sobre la operación.
En cualquier caso, la integración de Escribano se materializaría a través de ampliación de capital y posterior intercambio de acciones por el que valoraría la empresa con sede en Alcalá de Henares en el entorno de los 1.000 millones de euros, de acuerdo con las primeras estimaciones. Si la fusión de las dos compañías sale adelante, Escribano, que tiene actualmente el 14,3% de Indra, alcanzaría así casi el 30%, el límite para eludir el lanzamiento de una OPA, y al mismo nivel prácticamente que la Sepi.
Más allá, en cualquier caso, de la operación de integración, en el consejo de administración de Indra hay un enfrentamiento abierto en este momento entre la propia compañía y Sapa, entre reproches mutuos además por los retrasos de los vehículos blindados 8X8, contratados por Defensa.
Enfrentamiento
Pero no es solo eso. Si la integración de Escribano sale adelante, Sapa podría verse fuera del consejo de administración de Indra si no acude finalmente a la ampliación de capital y se diluye en el accionariado, ya que posiblemente su participación se reduciría por debajo del umbral del 5%.
En las últimas semanas, la compañía propiedad de la familia Aperribay ha perdido además a varios directivos afines en Indra. Ángel Escribano ha destituido así a Sebastián Laiseca, hasta la fecha director del futuro Programa de Combate Aéreo (FCAS, por las siglas en inglés), uno de los proyecto más ambiciosos del Gobierno de España y a Pedro Fuster, director de Estrategia.
Otro de ellos, Miguel Ángel Morell, anterior director de Tecnología y miembro del comité de dirección, decidió de forma voluntaria el pasado mes de febrero abandonar la empresa, siendo sustituido por Manuel Escalante García, que ha ocupado distintos puestos de responsabilidad en la empresa, como el de director general de Defensa y Seguridad, así como director de Ciberseguridad y Ciberdefensa y miembro del comité de dirección de Minsait. Las espadas entre Indra y Sapa están así en todo lo alto a la espera de lo que pueda pasar con la integración de Escribano.