Esta es la razón por la que tu gato siempre se tumba donde estabas sentado

Aunque se dice que el perro es el mejor amigo del hombre y que los gatos son animales 'ariscos y poco cariñosos', los felinos se rigen por un comportamiento e instinto determinado que todos los dueños de mascotas deberían comprender para poder atender sus necesidades de manera adecuada. Los gatos son fieles y apegados, solo hay que saber cómo tratarlos.

Desde Experto Animal explican que el comportamiento de los gatos está formado por su forma de actuar y aquellos hábitos que realizan a diario, también por el lenguaje mediante el cual interactúan. Estos aspectos también dependen de la especie, raza, genética y edad del felino. Los gatos tiene un instinto de supervivencia que les empuja a ferrarse a la rutina y a defender su territorio, y eso afecta directamente a su relación con las personas.

Cada mascota es un mundo, no hay dos iguales, pero es cierto que muchos gatos comparten características y acciones cotidianas comunes. Seguramente hayas notado que le gusta mucho tumbarse pegado a tu cuerpo, manteniendo siempre el contacto con las personas y que disfruta recostándose en el mismo lugar del que acabas de levantarte. Pues bien, este hecho tiene una explicación.

El comportamiento de los gatos

Este aspecto está profundamente ligado al comportamiento de los gatos con los humanos. Su instinto les hace desconfiar y quizás no se acerquen de inmediato a los desconocidos, por ello hay que tener paciencia cuando un felino llega a nuestra casa por primera vez. Cuando se acostumbran a las personas, se crea un vínculo de afecto y confianza.

Algunas de las señales de que un gato siente aprecio por un ser humano son que 'te amase', que se acerque levantando la cola, sentir que ronronea, que parpadea lentamente al mirar a los ojos de la persona y sobre todo, que se frote contra el cuerpo y duerma pegado a su dueño. Los gatos buscan de forma instintiva el calor debido a su procedencia originaria de climas cálidos.

Es por eso que a los felinos les gusta acomodarse en lugares que desprenden calor, por ejemplo, en el lugar en el que nosotros estábamos sentados. Además, igual que los perros, cuentan con un desarrollado sentido del olfato, y aprecian notablemente ubicarse en un espacio que huele a su dueño. Esos lugares le hacen sentir seguro y les permiten descansar tranquilamente.