
Los bares, cafeterías y restaurantes se encuentran en pie de guerra por la nueva normativa de la Unión Europea que entrará en vigor a partir del próximo año y que afecta a algunos de los productos más demandados en los locales de hostelería, como es el caso de los desayunos en general y de los cafés en particular.
Concretamente, la entrada en vigor del Reglamento 2025/40 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 19 de diciembre de 2024, sobre los envases y residuos de envases, que modifica normas anteriores, recoge obligaciones en cuanto algunos de los productos que se usan diariamente en las cafeterías, bares y restaurantes, como es el caso de los sobres de azúcar, la leche para el café, los tarritos monodosis de mermelada y mantequilla o los pequeños envases que contienen salsas de kétchup o condimentos como aceite o vinagre.
Por otro lado, la medida afecta también a los hoteles, ya que estas restricciones afectarían a los pequeños botes de champú y gel de ducha en las habitaciones de los hoteles, lo que ya provoca descontento entre los clientes que, normalmente, dan por hecho este servicio al reservar un apartamento u hotel.
"Solo provocará dificultades logísticas"
Esta nueva restricción, apoyada por algunos sectores en pro del medioambiente, ha sido criticada por los colectivos a los que afecta la normativa, ya que los trabajadores de la hostelería ven complicado eliminar todos estos recipientes a partir del próximo año, complicando así su labor: "Solo provocará dificultades logísticas", dicen desde el sector.
Esta norma se aplicará a todos los países que conforman la Unión Europea, incluyendo a España, con el objetivo de reducir el uso de plástico en una gran cantidad de envases que se emplean en hostelería de forma diaria y que, en muchos casos, son recipientes muy pequeños que acaban por convertirse en micro plásticos y que son más complicados de reciclar.
Los clientes también están descontentos
Muchos europeos creen que la nueva normativa no supondrá una reducción real de los residuos, sino que sólo provocará dificultades logísticas, tal y como se recoge en uno de los artículos del medio polaco Polski Observator. De hecho, piensan que se dará pie a utilizar recipientes más grandes en bares y restaurantes, lo que puede llevar a un mayor desperdicio alimentario.
"A muchos clientes les preocupa que estos cambios reduzcan los estándares de comodidad e higiene durante las comidas"
Además, tanto clientes como hosteleros creen que retirar los envases monodosis de mermelada o de salsas, que se usan de manera individual, podría acarrear problemas de higiene, ya que la otra opción es usar envases compartidos: "A muchos clientes les preocupa que estos cambios reduzcan los estándares de comodidad e higiene durante las comidas", explican desde el citado medio.
De este modo, no faltan voces que critican esta normativa de la Unión Europea, considerándola excesiva, ya que afecta a uno de los hábitos más cotidianos de cualquier persona durante la mañana, básicamente, a la hora de tomar el desayuno, al mismo tiempo que supone un problema logístico para los empresarios y trabajadores del sector.
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