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La innovadora técnica de la mirilla para los robos en domicilios: así consiguen los ladrones entrar a la casa sin dejar rastro

Mirilla en la puerta de una casa. / Foto: iStock

Los trucos y técnicas que usan los ladrones para hacerse con los enseres personales de los ciudadanos, normalmente, cuando estos no se encuentran en casa son muy variados. De hecho, cada vez son más innovadores a la hora de no ser descubiertos y, también, para conseguir no dejar ni rastro, sin tener que forzar las puertas ni romper ventanas, algo que puede alertar a los vecinos.

De este modo, recientemente se ha viralizado a través de las redes sociales un método complejo, pero muy efectivo, que se ha estado extendiendo en los últimos tiempos. Se trata de la técnica de la mirilla, que consiste en usar este elemento que está presente en todas las puertas exteriores de los domicilios para entrar a la casa sin dejar ni rastro.

La técnica de la mirilla

En concreto, varios medios italianos han denunciado el aumento de casos mediante el empleo de la técnica de la mirilla, un método que, aunque complejo, es muy efectivo. Estos medios, como es el caso de Il Mattino, hacen referencia a los vídeos difundidos por los usuarios, donde se puede ver la sorprendente realización de este truco.

Básicamente, la técnica de la mirilla consiste en aprovechar este punto débil para entrar a la casa sin forzar la cerradura, incluso en las puertas blindadas. Basta con desenroscar la mirilla con herramientas comunes como alicates, destornilladores o llaves Allen, algo muy poco ruidoso y que pasa desapercibido.

Una vez retirada la mirilla, se crea una abertura lo suficientemente grande como para introducir una especie de tubo flexible o un brazo articulado, que lleva en la punta una pequeña abrazadera o un gancho que se puede controlar desde el exterior. Con esto, ya está todo listo para acceder a la vivienda.

De hecho, ya solo es necesario enganchar la abrazadera o gancho en el pomo de la puerta, en la manilla, de tal modo que se pueda abrir la puerta. Si la puerta no está cerrada con llave, el ladrón puede simplemente bajarla y abrir la puerta desde fuera, en pocos segundos y sin dejar señales de entrada forzada.

Al ser un método poco ruidoso, no llama la atención del resto de los vecinos, por lo que les resulta mucho más sencillo pasar desapercibidos y cometer el robo sin ser descubiertos. De hecho, es frecuente que, antes de proceder a la técnica de la mirilla, hayan llevado a cabo alguno de los trucos para comprobar si los habitantes están en la casa o, por el contrario, si el hogar se encuentra vacío.

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