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Un hallazgo inesperado a pie de carretera: paleontólogos recuperan huellas de mamíferos de hace 30 millones de años

| Fuente: Getty Images

Aunque en su gran mayoría los primeros años del planeta siguen siendo una incógnita por resolver, las investigaciones recientes nos acercan poco a poco a lo que pudieron ser. Recientemente, un equipo de paleontólogos de la Universidad de Zaragoza ha recuperado un gran bloque de roca arenisca en la localidad de Anzánigo (Caldearenas) en Huesca, que contiene más de una veintena de huellas fósiles de mamíferos.

Las icnitas, también llamadas huellas fósiles, tienen tres dedos, el central más desarrollado y los dos laterales de menor tamaño. Algo que podría indicar que estamos ante de los antepasados de los caballos o los rinocerontes, pues se trata de una forma muy característica de mamíferos perisodáctilos.

En profundidad

Desde hace 15 años los grupos de investigación Aragosaurus y Geotransfer se han ido documentando distintos yacimientos con huellas fósiles (icnitas) de mamíferos en la Cuenca de Jaca. 'La sorpresa ha sido encontrar un nuevo yacimiento al borde de la carretera A-1205, tras un desprendimiento de un gran bloque producido a final del año pasado', han explicado desde el grupo de investigación Aragosaurus, y han añadido: "Tal como se puede ver en imágenes de GoogleMaps, el bloque todavía estaba in situ en el verano de 2024, pero cayó a lo largo del otoño al margen de la carretera".

Poco después del desprendimiento, los paleontológos José Ignacio Canudo y Gloria Cuenca pasaron por la carretera en dirección a San Juan de la Peña y les llamaron la atención ciertas deformaciones que se veían en la superficie del bloque. Al mirar en detalle, vieron que contenía una gran cantidad de icnitas.

huellas de mamíferos de hace 30 millones de años
| Fuente: Europa Press

Tras la caída, el bloque se partió justo por el plano donde se observan las huellas y además, quedaron expuestas dos partes del bloque. Así, podemos ver una parte donde se observan las icnitas en relieve negativo, o lo que es lo mismo, la huella que dejaron los mamíferos en el sedimento, y otra donde se observa el relieve positivo, el relleno de las huellas.

Para proceder con la extracción, se tuvo que proteger el bloque con escayola y trasportarlo con la ayuda de un camión grúa hasta el Laboratorio Paleontológico de Loarre. Allí, se abordará su preparación para su futura exposición y se continuará con la investigación.

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