
Tener celos es un sentimiento que puede surgir en diversas ocasiones, generando "rabia o tristeza ante el hecho o la posibilidad de que la persona querida dedique su cariño a otra", tal y como recoge la definición de la Real Academia Española (RAE). Sin embargo, este sentimiento no es exclusivo de los humanos, sino que los animales, como los perros, también pueden experimentar comportamientos basados en los celos.
"Efectivamente, los perros pueden sentir celos", afirma Mary WildBehav, una experta en etología que divulga conocimientos sobre el comportamiento de los animales. De hecho, afirma que los celos en nuestras mascotas pueden ser un problema para su socialización con otros perros.
"La evidencia sobre la existencia de emociones 'no básicas' o complejas como los celos, la envidia y la culpa en animales no humanos aún es limitada y los resultados son mixtos", comienza exponiendo su explicación sobre los celos en animales.
"La emoción de celos surge en contextos sociales específicos cuando un individuo cree o percibe que un rival está amenazando una relación afectiva que es una fuente de beneficios materiales y psicológicos para él", añade. A esta afirmación, continúa: "Se ha postulado que los celos no surgen necesariamente de los procesos corticales que median la cognición social, sino que podrían ser inconscientes".
"Diversos estudios han observado que los perros muestran comportamientos celosos cuando su cuidador presta atención a otros"
"Diversos estudios han observado que los perros muestran comportamientos celosos cuando su cuidador presta atención a otros (animales), especialmente si son perros", afirma la experta, indicando que esto no justifica los comportamientos "tóxicos" dentro de una relación entre perro y cuidador, ya que se pueden evitar.
"Esto solo nos indica que es normal que nuestro perro no quiera poner en riesgo nuestra relación, principalmente cuando no está acostumbrado a compartir tu atención", continúa explicando, aludiendo a la mejor forma de evitar los celos en nuestra mascota: "Una buena idea es compartir espacio con diferentes perros desde que son cachorros y que aprendan que el resto de perros no son una amenaza ni competidores por tu amor".
Sin embargo, hace un matiz: "Es una mala idea ir al 'pipicán' y dedicarnos a acariciar a todos los perros que se nos acercan o a darles chuches. Este debería ser un sitio para que los perros socialicen sin intervención humana", concluye.
Efectivamente, LOS PERROS PUEDEN SENTIR CELOS y además, puede ser un problema para su socialización con otros perros (especialmente en el pipican) si no tenemos esto en cuenta. Te cuento: https://t.co/Jmh4Py4T9H
— Mary WildBehav (@wildbehav) December 2, 2024
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