
La Luna llena es una de las fases de nuestro satélite más admiradas. Aunque es cierto que todos los meses se puede contemplar este fenómeno, los factores meteorológicos y astronómicos hacen que, en ciertos momentos, la gran Luna pueda verse mucho más brillante, redonda y cercana a la Tierra, algo que hace que los expertos hayan puesto nombres concretos a este fenómeno, como sucede con la Luna llena de febrero, que se ha denominado la Luna de Nieve.
La Luna llena de febrero se conoce como Luna de Nieve y llegará, concretamente, el próximo miércoles 12 de febrero de 2025, a partir de las 14.53 horas (horario oficial peninsular), tal y como recogen los datos del Instituto Geográfico Nacional (IGN), aunque, es evidente, habrá que esperar a que anochezca para poder contemplarla.
¿Por qué se llama Luna de Nieve?
Los apodos que reciben las lunas, en su gran mayoría, han sido tomados de antiguas tribus indígenas americanas, que otorgaban nombres específicos a cada una de ellas. De hecho, la Luna de Nieve es uno de estos apodos que se han heredado de las antiguas tribus indígenas del norte y el este de los Estados Unidos, tal y como indica la NASA.
También es conocida como Luna del Hambre, ya que en esta época del año las cosechas son muy escasas y el frío y las condiciones meteorológicas adversas imposibilitaban las labores de caza. De hecho, esta Luna, la segunda llena del año, se conoce así por las fuertes nevadas que suelen caer en este mes.
Es común que en otras culturas se conozca a la misma Luna con otro nombre, como sucede en la cultura celta, en la que la Luna llena del mes de febrero se conoce como Luna de Hielo. Por otro lado, como indica la NASA, en el hemisferio sur, se llama Luna de Cebada o Luna Roja.
Como dato curioso, la Luna de Nieve es una señal de que el invierno trascurre. Mientras los días se siguen alargando cada vez más, señal de que se aproxima la primavera, esta Luna se posiciona en el ecuador del invierno, es decir, se produce justo a la mitad de la estación, que comenzó el pasado 21 de diciembre y finalizará el 20 de marzo de 2025.
Para poder contemplarla, basta con acudir a un lugar suficientemente oscuro, después del atardecer y de la puesta de Sol, en un sitio en el que no haya contaminación lumínica. No es necesario el uso de instrumental de observación especializado, aunque sí que se recomienda observarla desde un sitio en el que no haya obstáculos visuales en el horizonte, como árboles o edificios.
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