El Colegio Público San Cristóbal, ubicado en el barrio de Chamberí, enfrenta una pugna vecinal que ha escalado hasta los tribunales. Sin contar con un patio alternativo donde sus alumnos puedan disfrutar del aire libre, la comunidad educativa ha utilizado durante décadas una plaza, propiedad de una comunidad de vecinos. Sin embargo, la relación entre padres y residentes se ha vuelto tensa y ha desembocado en un conflicto legal sobre el uso de este espacio el cual es catalogado como "zona verde y espacio público".
La plaza, ubicada frente a la entrada del colegio, ha sido un área de juegos y actividades para los escolares desde hace años. Sin embargo, no todos ven con buenos ojos esta convivencia entre los estudiantes y los vecinos que forman parte de la mancomunidad de propietarios 'San Cristóbal'. Y es que, algunos argumentan que la plaza debería ser de "uso exclusivo para ellos" y han solicitado al Ayuntamiento de Madrid una "privatización de su uso, lo que ha encendido aún más las tensiones en este sector de la ciudad de Madrid.
Ha sido tal el nivel del conflicto, que esta semana el caso llegó a tribunales. Según han revelado las voces afectadas del caso al programa Espejo Público de Antena 3, existe una "preocupación latente" por el futuro de este espacio de recreación. En esta línea, los padres son conscientes de que una decisión desfavorable podría privar al colegio de su único espacio al aire libre, mientras que la medida de cierre también podría afectar a los comerciantes del área, quienes dependen de la afluencia de niños en la plaza y, por ende, de sus padres.
"Lo que más valoramos los padres, justamente, es este espacio", ha expresado al medio uno de los padres. Mientras que una comerciante ha señalado que "si cierran las puertas de la plaza para los niños, tendré que cerrar mi negocio".
Polarización vecinal
En lo que respecta a los vecinos, para algunos, el bullicio infantil representa vida y alegría, mientras que para otros se traduce en molestias y desorden. Así, la comunidad se divide entre quienes apoyan la continuidad del uso de la plaza por parte del colegio y aquellos que exigen su privatización. "A mi padre le han pegado balonazos, así de veces", ha señalado al programa un vecino molesto.
Según cuenta una publicación de Telemadrid, desde el AMPA explican que el colegio es copropietario de la plaza porque también forma parte de la mancomunidad de vecinos. El Ayuntamiento, por su parte, defiende el carácter público de la plaza, mientras que la Junta de la mancomunidad de San Cristóbal ha interpuesto la demanda, buscando encerrarla bajo un uso privado. De este impasse, se deriva un eco de posturas encontradas en el barrio, donde algunos residentes sienten que los "intereses colectivos deberían primar sobre los derechos individuales".
La postura de la comunidad educativa
La situación ha generado una respuesta activa por parte de la comunidad educativa del San Cristóbal, que ha lanzado campañas para abogar por el mantenimiento de la plaza como "espacio de recreo". Cada vez más, se unen voces que enfatizan lo esencial de la plaza para el bienestar de los niños y su desarrollo social y emocional.
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