
Contar con un rostro conocido para publicitar una actividad comercial es una práctica habitual en el mundo empresarial. Cuanto más reconocido sea el personaje y más simpatía despierte entre el público, mayor penetración cosechará entre el público. Y en ese sentido, pocas caras son mejores que las de un futbolista. Esta regla la aplicó en su máximo esplendor Omegapro, compañía bajo la cual se ha perpetrado una de las mayores estafas piramidales de la historia.
Hasta hace no mucho, jugadores de talla mundial como Vinicius o Dybala, así como leyendas como Figo, Ronaldinho o Kaká, participaban en eventos promocionales organizados por Omegapro. Incluso este nombre llegó a figurar en el vallado publicitario de algún campo de fútbol profesional. Pero, ¿qué era exactamente?
Nacida en 2018, Omegapro era una plataforma de criptomonedas que ofrecía a sus inversores unos rendimientos espectaculares. Si invertías tu dinero en ella, te lo devolvía al cabo de meses con una rentabilidad de hasta el 300%. "La plataforma de marketing número 1 del mundo para navegar por los mercados financieros globales y explorar un ramo de servicios y soluciones exquisitamente diseñadas para educar, promover y guiar a la comunidad hacia el logro de la libertad financiera", aseguraba su web.
Para invertir en ella, la empresa admitía pagos desde 100 euros. Aunque inicialmente iba a devolver las inversiones pasados 14 meses. Para afianzar la llegada de nuevos clientes, Omegapro ofrecía pagos extra a quienes trajeran nuevos inversores, premiando con rangos superiores a quienes más inversores nuevos consiguieran. Todo ello, apoyado en diversos actos públicos por jugadores como Roberto Carlos, Hierro, Puyol o Casillas. "¿Cómo iba a ser un timo? ¡Si estaban metidos los futbolistas y el logo de la empresa se proyectó en el rascacielos ese de Dubai!", confiesa una afectada por la estafa entrevistada por eldiario.es.
Los 14 meses iniciales se fueron alargando de manera progresiva. Primero hasta los 16 meses, después hasta los 26... hasta que, en noviembre de 2022, se suspendieron los pagos y la empresa dejó de tener actividad. Los casi tres millones de inversores repartidos por todo el mundo a los que Omegapro logró engañar habían formado parte de una gran estafa piramidal. Hasta la fecha, se estima que Omegapro ha estafado unos 3.000 millones de euros, gracias aunque de manera no consciente a la 'ayuda' de todos estos astros del balón.