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Vivieron en un centro comercial durante cuatro años y nunca los pillaron: los ocho 'okupas' con todo tipo de lujo

Michael viviendo en el departamento secreto en el supermercado. Firma: iStock

Quién no ha soñado alguna vez, sobre todo de pequeño, en quedarse toda una noche dentro de un centro comercial y poder acceder a todas las tiendas y a sus productos de forma ilimitada, ya sea comida, ropa, dispositivos electrónicos... Algo similar pasó en el centro comercial Providence Place Mall de Rhode Island, Estados Unidos, donde Michael Townsend y siete amigos estuvieron viviendo durante cuatro años sin que nadie se percatase.

Sucedió entre los años 2003 y 2007, allí Townsend utilizó un espacio que fue construido con la idea original de sala de entretenimiento para los trabajadores del centro pero con los años quedó en el olvido y nadie lo usaba.

"En la Navidad de 2003, los anuncios de radio del centro comercial Providence Place presentaban una entusiasta voz femenina que hablaba de lo fantástico que sería poder vivir en el centro comercial", explicó Townsend en su sitio web. "El tema central de los anuncios era que el centro comercial no solo ofrecía una rica experiencia de compra, sino que también tenía todo lo que uno necesitaría para sobrevivir y llevar una vida saludable", añadió.

Entonces recordó un espacio desocupado que había visto años antes en el centro comercial y que seguía vacío. Townsend dejó allí sus cosas y poco después ese espacio de 70 metros cuadrados se convirtió en su hogar. Él estaba sin casa después de que el edificio donde vivía fuera comprado por desarrolladores inmobiliarios.

Una vez que se instalaron, el objetivo era no ser vistos. Aprendieron a moverse de noche sin que les pillasen las cámaras de seguridad. Ordenaron el habitáculo, construyeron una pared de hormigón, habilitaron una cocina, llevaron un sofá, un televisor y hasta una PlayStation. Las reglas eran claras: no hacer fiestas ni llevar a nadie nuevo.

Lo que quería lograr, era lo mismo que la empresa desarrolladora había hecho con su antiguo hogar. "Ocupar un espacio no utilizado y darle una nueva vida". Tras cuatro años evitando ser vistos, un amigo fue pillado intentando entrar por una zona prohibida para los clientes. "El personal de seguridad que se ocupó de la situación lo hizo de manera fluida y profesional. Admito que me tomaron con la guardia baja después de cuatro años".

"Me sorprendió lo que pudo lograr", dijo en ese momento el mayor de policía de Providence, Stephen Campbell. "Pero lo que hizo fue claramente criminal. El centro comercial es propiedad privada", añadió. Tras ir a juicio, sentenciaron a Michael y a sus amigos a no volver a acercarse nunca más al centro comercial ni a la que fue su casa durante tantos años.

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