
La Guardia Civil ha encontrado en las proximidades de la casa del padre del joven que presuntamente mató a Mateo en Mocejón (Toledo) dos cuchillos, uno de los cuales ha sido trasladado al laboratorio del instituto armado para analizarlo por si hubiera sido utilizado en el crimen y en el que se han descubierto restos biológicos humanos.
Según indicaban a EFE fuentes próximas a la investigación, el arma aparentemente no tenía manchas de sangre pero sí algún indicio. Se trata, en concreto, de un cuchillo de cocina.
El otro es un cuchillo de untar, que ha sido descartado por los investigadores ante la imposibilidad de que ese utensilio pueda causar la muerte de alguien. De todos modos, una vecina de la localidad ha dicho que el cuchillo de untar era suyo.
El Instituto Armado lleva dos días en busca del arma con el que asesinó a Mateo. Su asesino fue detenido durante la tarde del lunes (después confesó el asesinato) y, desde ese momento, se desplegó un dispositivo para encontrar el objeto punzante con el que se había cometido el crimen. En las primeras horas se centró la búsqueda en el canal que discurre en las cercanías de Mocejón, pero posteriormente la atención se focalizó también en las inmediaciones de la vivienda del asesino.