
Cuando aún queda un año para que los más de 1.300 socios del Cercle d'Economia elijan a su nuevo presidente, un sentimiento compartido permea la entidad: ahora les toca a ellas.
En las recientes jornadas del influyente lobi económico, celebradas la semana pasada en Barcelona, empezaron a barajarse las candidatas que podrían encabezar la asociación cuando venza el mandato de Jaume Guardiola en 2025. En las quinielas efectuadas entre charla y charla, cuatro nombres se repetían con frecuencia: Maite Barrera, Camino Quiroga, Teresa Garcia-Milà y Núria Cabutí. Las dos últimas son vicepresidentas del Cercle, mientras que Quiroga ocupa la secretaría y Barrera es una de las vocales de la junta directiva.
La mayoría de socios consultados coinciden en que la elección de una mujer se da por descontado. Esta determinación se debe en buena medida al paso dado en 2022 por Rosa Cañadas, la empresaria que disputó el cargo a Guardiola para convertirse en la primera mujer al frente del Cercle.
Al margen del liderazgo femenino, hay quien apunta la necesidad de cierto relevo generacional. Este enfoque dejaría fuera a Garcia-Milà, economista, exconsejera de Enagás y Vueling y actualmente miembro del órgano de gobierno de Repsol, si bien la madurez profesional jamás ha sido óbice para alcanzar la cúspide de la asociación. En el caso de Cabutí, consejera delegada de Penguin Random House, se destaca un inconveniente distinto: su absorbente dedicación al importante grupo editorial. Cabutí también forma parte del consejo de supervisión de Bertelsmann, el gigante alemán de los medios de comunicación.
Estas consideraciones despejarían el camino a Barrera y Quiroga. Ambas ya sonaron como sustitutas de Javier Faus hace un par de años, aunque finalmente el exbanquero del Sabadell se llevó el gato al agua. La directiva de Globant terminará este 2024 su presidencia de Barcelona Global, el otro gran foro del establishment local, por lo que podría empezar a moverse para cosechar apoyos haciendo valer su experiencia en ambas organizaciones. Sin embargo, Barrera no ha tenido en el Cercle la misma proyección que Quiroga, de profesión notaria y esposa del empresario audiovisual Tatxo Benet. Su cargo como secretaria le ha ayudado. La jurista es bien vista por amplios sectores de la masa social, que valoran su capacidad de entendimiento con las variadas sensibilidades internas de la casa.
Vuelta a la tradición
En cualquier caso, estas observaciones deberán conjugarse con el singular proceso sucesorio de la entidad, que tan solo se vio alterado en 2022 por la pugna abierta entre Guardiola y Cañadas. Aunque no puede descartarse que se repita un choque similar, la vía tradicional para designar al presidente del Cercle está marcada por la discreción y el pactismo. Además, la última contienda dejó un resabio entre buena parte de los socios, que prefieren retomar las viejas usanzas.
"Siempre ha funcionado un sistema de cooptación en el que se intenta preservar ante todo la cohesión, no generar heridas ni airear diferencias", señala un conocedor de los engranajes del Cercle. Se trata del mismo mecanismo que rige en el Instituto de la Empresa Familiar y el Círculo de Empresarios con sede en Madrid.
De ahí que tengan un papel clave los expresidentes del Cercle. Este colectivo actúa como una especie de sanedrín que consensúa con el presidente saliente las opciones más aconsejables en un ágape que suele caer en diciembre. A su vez, el presidente sondea a su junta y a otros socios de prestigio hasta dar con un candidato que de forma colectiva concite suficientes simpatías. Se entiende que tradicionalmente haya habido una sola candidatura y que, por tanto, las elecciones hayan funcionado como un mero trámite en los más de 60 años de historia del lobi.
Desafíos
La presidencia de Guardiola ha estado marcada por los estertores del procés en Cataluña y el endurecimiento del choque entre PSOE y PP. La entidad ha intentado navegar esta situación lo mejor que ha podido, en ocasiones sin mojarse suficientemente en cuestiones polémicas, según reprochan algunos socios.
La sucesora del financiero tendrá el reto de potenciar el discurso propio de la institución, además de captar a más júnior para rejuvenecer la masa social. Hoy solo un centenar de socios tiene menos de 40 años.