
Segunda huelga general en Argentina que le convoca la Confederación General del Trabajo (CGT), el sindicato mayoritario del país, a Javier Milei. A diferencia de la que convocaron a finales de enero, en esta ocasión sí que consiguieron paralizar el transporte, aunque el comercio en Buenos Aires y otras ciudades continuó con su actividad normal. La huelga se convoca en repulsa a la reforma laboral que está incluida en la Ley de Bases que se aprobó la semana pasada en el Congreso.
Entre dichas reformas, se encuentran la delegación de facultades legislativas al Ejecutivo, privatización de empresas, establecimiento de un régimen especial de inversiones y una reforma laboral, calificada por el oficialismo como "modernización".
Una ley que está siendo actualmente debatida en el Senado, a pesar de que los diputados de izquierdas secundaron el parón y no acudieron al hemiciclo.
Según los medios locales, la calma fue la tónica general durante la jornada de paro general en Argentina. El paro estaba convocado durante 24 horas desde las 00.00 horas de este jueves. Lo único que se hizo notar fue el paro del transporte público (autobuses, trenes y metro). A diferencia de lo que se vio el pasado 24 de enero, cuando el sector solo paró entre las 19.00 horas (hora local) hasta el final de la jornada.
La Unión Tranviarios Automotor (UTA) secundó la convocatoria de huelga pero la empresa DOTA se desvinculó del parón y siguió con la actividad. Así, 42 líneas de autobús se mantuvieron operativas en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
Los medios locales hablaron durante toda la jornada de "normalidad" en el comercio en Buenos Aires, pero con ausencia del bullicio habitual de las calles de Buenos Aires a primera hora de la mañana. En la provincia de la capital vive un tercio de los 46 millones de habitantes de Argentina.
Al transporte terrestre se le sumaron los trabajadores de las líneas aéreas comerciales, el sector bancario, trabajadores públicos y la educación pública, ya que las escuelas privadas abrieron sus puertas. Por su parte, el sector sanitario garantizó los servicios mínimos, dando prioridad a las urgencias.
Desde el sindicato mayoritario emitieron un comunicado en el que aseguran que llaman a la huelga general, puesto que el Gobierno del país, encabezado por Javier Milei, "promueve la quita de derechos laborales y sociales, que redefine el rol del Estado, cerrando y achicando a su mínima expresión importantes dependencias e instituciones que brindan asistencia a nuestra población, generando miles de despidos públicos".
En la CGT también cargaron contra la paralización de las obras públicas "generando un descomunal desempleo", criticaron. Al mismo tiempo, también hablaron de la eliminación de la financiación de los medicamentos, las universidades, la educación, la ciencia y la cultura "poniendo en riesgo la vida de nuestros mayores y la población en general".
Por su parte, el Gobierno de Javier Milei hizo una fuerte crítica hacia esta convocatoria. El propio presidente utilizó sus redes sociales para emitir el mensaje "Yo no paro, viva la libertad carajo".
YO NO PARO
— Javier Milei (@JMilei) May 9, 2024
VIVA LA LIBERTAD CARAJOhttps://t.co/B0V70x7duS
Por su parte, el secretario de Transporte, Franco Mogetta, aseguró que el transporte funciona al 40% y la ministra de Seguridad y socia de Gobierno de Milei, Patricia Bullrich (liberales), calificó la huelga general como "el paro de la debilidad". Al mismo tiempo, calificó los piquetes como "hechos mafiosos". La ministra dejó un mensaje claro a la central obrera: "Que se dejen de joder y vayan a trabajar".
"Hemos detectado que ya hay más de 2300 unidades en la calle, cerca del 40% de lo que es un día normal de transporte, y hay empresas que se siguen sumando. Por primera vez en la historia, vamos a descontar el día a las empresas que no presten su servicio. Hasta el día de hoy se venían pagando estos días de paro, se financiaban estas huelgas", dijo Mogetta.
El alcalde de Buenos Aires, Jorge Macri, también utilizó sus redes sociales para expresar su postura contraria hacia el parón. En un comunicado titulado 'El esfuerzo de los que laburan no para' aseguró que "millones de argentinos laburantes (trabajadores) hoy pierden su día de trabajo, el presentismo y las horas extras".
Al mismo tiempo, cargó duramente contra los sindicatos: "Algunos pocos festejan, mientras defiendes sus privilegios a costa de que el país sea más pobre". Criticó "la prepotencia" de los sindicatos que "después de cuatro años de silencio que aturde, ya no representan a los que están haciendo un gran esfuerzo y la pelean a pesar de la difícil situación que vivimos".