
No son solo informaciones periodísticas. El sindicato Manos Limpias asegura que "en los próximos días va a aportar documentación al juzgado" para demostrar que la mujer del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, sí que habría incurrido en un posible de delito de tráfico de influencias y corrupción en los negocios. "Vamos a reclamar en concreto que se investiguen los negocios que ha llevado a cabo en Marruecos", aseguran desde la organización.
Durante su etapa al frente del Africa Center, una organización ligada al IE, Gómez mantenía un acuerdo de colaboración con la delegación en Marruecos de la Asociación del Progreso de la Dirección, un organismo en el que participan empresas como Santander, Caixabank, BBVa, ACS, Repsol, Ferrovial, Telefónica o Vodafone, especializado en la organización de eventos y formación de directivos. El presidente de la APD marroquí es Saad Kettani, consejero delegado de la inmobiliaria KSG.
La denuncia interpuesta por Manos Limpias ha sido admitida a trámite, aunque la Fiscalía de Madrid ha recurrido la decisión del juzgado de abrir diligencias. En un comunicado de Manos Limpias, Miguel Bernad ha reconocido hoy en un comunicado que lo que han presentado hasta ahora son solo informaciones periodísticas y que será el juzgado el que deba determinar si "son ciertas o no" y, en caso de que no lo sean, "serán quienes las publicaron, quienes deberán asumir la falsedad". "Pero si no son inciertas, entendemos que la causa judicial deberá proseguir", matiza.
El sindicato recuerda que uno de los empresarios beneficiados por las "recomendaciones o avales" de Begoña Gómez es Carlos Barrabés, al que se le habrían adjudicado licitaciones públicas por valor de 10 millones de euros. "Este empresario además montó el Máster de Transformación Social Competitiva de la denunciada", sostiene, y añade que la cátedra de la mujer de Sánchez le fichó además como profesor asociado.
Además, se ha pedido que se investiguen las relaciones de Gómez con Air Europa justo cuando antes de que se acordara el rescate de la compañía aérea por parte del Gobierno por un importe de 475 millones de euros. La mujer de Sánchez mantuvo, en concreto, varias reuniones privadas con el entonces consejero delegado de Globalia, Javier Hidalgo, en la sede de la compañía en Pozuelo de Alarcón
A la espera de cómo evolucionen los acontecimientos, todos los focos están puestos ahora en el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que el lunes debe decidir si sigue al frente del Ejecutivo o presenta su dimisión ante los ataques que, según dice, está recibiendo su esposa.