
Un nuevo informe de Transparencia Internacional revela que las malas prácticas en el sector público están "prosperando" en todo el mundo y los esfuerzos por romper esta impunidad tiene signos de "declive", según se puede apreciar en el último Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) de 2023 que abarca un total de 180 países.
El IPC clasifica a este grupo de países y territorios de todo el mundo según sus niveles percibidos de corrupción en el sector público, con una puntuación de 0 (altamente corrupto) a 100 (muy limpio).
Considerando esta puntación, más de dos tercios de los países obtienen una puntuación inferior a 50 sobre 100, lo que indica claramente que tienen "graves problemas de corrupción", según concluye el informe. El promedio mundial está estancado en sólo 43, mientras que la gran mayoría de los países no han logrado avances o han disminuido en la última década. Es más, 23 países cayeron este año a sus puntuaciones más bajas hasta la fecha.
Entre las principales conclusiones del informe, a nivel regional Europa Occidental y la Unión Europea siguen siendo la región con mayor puntaje, su cifra de promedio regional cayó a 65 este año, a medida que los controles y equilibrios se "debilitan" y la integridad política se "erosiona", relata el documento. A pesar de las mejoras en algunos países, África subsahariana mantiene el promedio más bajo (33), con la democracia y el estado de derecho bajo presión.
El resto del mundo permanece estancado y todas las demás regiones tienen promedios inferiores a 50. Europa del Este y Asia Central luchan contra un estado de derecho disfuncional, un autoritarismo creciente y una corrupción sistémica. Por su parte, Oriente Medio y África del Norte muestran pocas mejoras, lo que refleja las luchas actuales contra la corrupción política y los conflictos, y Asia Pacífico muestra un estancamiento de largo plazo, aunque algunos países históricamente en la cima están retrocediendo. Finalmente, la "falta de independencia judicial" y el débil estado de derecho están permitiendo una "impunidad" generalizada en las Américas.
Situación por países
Por países, según recaba Statista, los que percibieron un menor nivel de corrupción en el sector público fueron Dinamarca (90 puntos), Finlandia (87) y Nueva Zelanda (85), seguidos de Noruega, Singapur, Suecia, Suiza, Países Bajos, Alemania y Luxemburgo, que completan los diez primeros puestos.
En el extremo opuesto del índice se sitúan Somalia, Siria, Sudán del Sur y Venezuela, con una puntuación de sólo 11 el primero y 13 los tres últimos, lo que los convierte en los cuatro países del mundo más afectados por la corrupción. Yemen (16), Nicaragua (17), Corea del Norte (17) y Haití (17) también se encuentran entre los países con menor puntuación. Según Transparencia Internaiconal, son los países que sufren conflictos armados o autoritarismo los que suelen obtener las puntuaciones más bajas.
España empeora su posición en el ranking
España, con un puntaje de 60, al igual que Letonia, San Vicente y Las Granadinas, se ha mantenido igual respecto a la edición de 2022. Sin embargo, nuestro país empeora su posición en el ranking mundial, pasando del puesto 35 al 36 de 180 posibles.
En 2023, todavía existían, 35 países con una gestión pública más ejemplar que la española, entre los que se encontraban los latinoamericanos Uruguay (en el puesto 16 con 73 puntos) y Chile (en la posición 29 con 66 puntos).
El problema de los sistemas judiciales
Según manifiestan los investigadores que están detrás de este informe, la tendencia mundial al debilitamiento de los sistemas judiciales está "reduciendo" la rendición de cuentas de los funcionarios públicos, lo que permite que "prospere la corrupción".
"La corrupción seguirá prosperando hasta que los sistemas de justicia puedan castigar las malas prácticas y mantener a los gobiernos bajo control. Cuando se compra la justicia o se interfiere políticamente con ella, es la gente la que sufre. Los líderes deben invertir plenamente y garantizar la independencia de las instituciones que respetan la ley y luchan contra la corrupción. Es hora de poner fin a la impunidad de la corrupción", ha sentenciado François Valérian, presidente de Transparencia Internacional.