
La nueva oleada de cesiones del Gobierno a Junts a cambio de apoyo político ha incluido como uno de los elementos estrella la delegación a la Generalitat de las competencias de inmigración. Aunque los pormenores del acuerdo todavía están por concretar, esta moneda de cambio política ha aflorado una pregunta de base: ¿Por qué el interés en esta temática?
El motivo más ideológico se enmarca en el deseo de las formaciones independentistas de asumir cuanta mayor soberanía mejor, y la inmigración es claramente un asunto de Estado, si bien en su gestión participan hasta cuatro ministerios.
Pero además, los datos estadísticos muestran que la inmigración es muy relevante en Cataluña, que ha septuplicado la población extranjera entre el año 2000 y 2022, y que es la autonomía con mayor número de extranjeros y la segunda en relación a su proporción respecto a la población total, solo superada por Baleares, con datos de 2023.
De forma lógica, al ser la región con más extranjeros, también es la que tiene mayor número de extranjeros sin empleo al consultar los datos de paro registrado, y también está en las primeras posiciones en el caso de los menores extranjeros no acompañados, donde destacan Canarias y Andalucía por el efecto de la llegada de inmigrantes en pateras desde las costas africanas.
Fuentes de la administración pública inciden en que en el cómputo de población extranjera no se contabilizan los nacidos fuera de España pero que han obtenido ya la nacionalidad española. También señalan a los motivos por los que actualmente un 17,2% de la población catalana es extranjera.

El principal aspecto es que la mayoría de la inmigración llega a través de los aeropuertos, y Barcelona tiene la segunda instalación internacional más importante del país, después de Madrid (comunidad que también concentra un elevado número de extranjeros).
Además, Cataluña destaca como territorio de atracción de inversiones internacionales, y de la mano de las multinacionales llegan también trabajadores foráneos, a lo que se suma la captación de talento extranjero del ecosistema local, que abarca desde las empresas tecnológicas a las compañías del sector de la salud y al sector universitario y de escuelas de negocios.
Todo ello, sumado a los inmigrantes que llegan en busca de una vida mejor, y que desde Cataluña también tienen cerca la opción de seguir ruta hacia el resto de Europa.
En cualquier caso, la región ha pasado de 181.590 extranjeros en el año 2000 a más de 1,3 millones a principios de 2023, con un crecimiento muy superior al del total de la población. De hecho, Cataluña alcanzó a finales de 2023 los ocho millones de habitantes gracias a la inmigración, ya que desde 2018 el crecimiento natural en la región ha sido negativo, debido a que cada año hay menos nacimientos que defunciones, según informó el Instituto de Estadística de Cataluña (Idescat) en noviembre.
Además, desde esta institución explican que durante la década de los 80 y 90 la población catalana "apenas creció", ya que la natalidad disminuyó y la migración fue de signo negativo (más salidas que entradas) y a principios del 2000 se produjo una ola migratoria, creciendo la población en más de un millón de personas en una década.
Desde 2010 el crecimiento disminuyó, por el regreso de algunos inmigrantes al país de origen y por el descenso de la natalidad, y en la segunda parte de la década la población "recuperó un crecimiento positivo". Tras la pandemia, volvió a tener un crecimiento rápido por el aumento de la migración internacional (ver gráfico, con datos del año 2000 a 2022).
De esta forma, el porcentaje de extranjeros respecto al conjunto de habitantes de la autonomía ha pasado de un peso del 2,9% en el año 2000 al 17,2% a principios de 2023, momento de los últimos datos estadísticos disponibles, consultados por elEconomista.es.
Competencias actuales
La Generalitat de Cataluña ya tiene transferidos más de un centenar de procedimientos en materia de extranjería, que no se deben confundir con inmigración, según explicó a Europa Press el experto en extranjería, inmigración y nacionalidad española y director general de Legalteam, Guillermo Morales.
Entre estas delegaciones, el Gobierno ya traspasó en 2009 a Cataluña la gestión de las autorizaciones iniciales de trabajo para migrantes, según recoge el Real Decreto 1463/2009, de 18 de septiembre, que también muestra que el Ejecutivo acompañó está cesión a la Generalitat con más de 1,3 millones de euros para que llevase a cabo esta función.
En este sentido, Junts incluyó en el acuerdo con el PSOE que la cesión de competencias fuese acompañada de los "recursos necesarios".
Enojo de otras regiones y 'café para todos'
El acuerdo de delegación de políticas de inmigración a Cataluña ha provocado la misma respuesta que cesiones anteriores de competencias estatales: la petición de explicaciones al Gobierno por parte del resto de autonomías y del PP y VOX.
También hubo la misma réplica por parte del Ejecutivo: la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, aseguró ayer que "todo lo pactado con las formaciones catalanas es perfectamente replicable en el resto de CCAA de régimen común".