
China ha declarado la 'guerra' a las empresas de videojuegos. Los reguladores del gigante asiático han anunciado este viernes una batería de restricciones destinadas a frenar el gasto y las recompensas de los videojuegos. Con el objetivo de prevenir la adicción, se establecen límites de dinero, prohibiendo que los jugadores gasten más de una cantidad aún no determinada al mes. También prohíben dar recompensas a los jugadores por iniciar sesión diariamente, realizar la primera compra en el juego o gastar varias veces de manera consecutiva. La medida no ha gustado nada al mercado, que ha reacionado con fuertes caídas en bolsa.
La reacción en bolsa de las compañías que se dedican a este negocio no se ha hecho esperar. Las acciones de la china Tencent, el mayor vendedor de videojuegos del mundo, se hundieron un 12,4% al cierre de la bolsa de Hong Kong, donde han llegado a descender un 16% (la mayor bajada intradía desde 2008, según Bloomberg). Esto se ha traducido en una pérdida en bolsa de 80.000 millones de dólares (72.600 millones de euros al cambio actual).
Mientras, las de su rival NetEase se han desplomado hasta un 25%. Y una vez abiertas las bolsas de Europa, la neerlandesa Prosus (una firma que se encuentra entre los mayores inversores en tecnología del mundo) ve cómo sus acciones se llegan a derrumbar cerca de un 20% y marcan mínimos del año por debajo de 24 euros.
"Las medidas gubernamentales para frenar el juego perjudicarán los ingresos de las empresas de juegos", ha alegado Yang Junxuan, gestor de fondos de Shanghai Junniu Private Fund Management. "Pero la preocupación más importante es que la gente teme que lleguen más medidas dirigidas al sector, al igual que lo que Pekín hizo con el sector de la educación en el pasado", ha añadido.
El borrador prohíbe a las empresas editoras y desarrolladores incluir en los juegos recompensas inductivas del uso, como premios por conexión diaria, por la primera recarga y/o recarga continua, además de no vetar las transacciones de alto valor en accesorios virtuales, así como cualquier forma de especulación, subastas, etc.
Las nuevas directrices exigen que todos los juegos online deberán establecer límites de recarga para los usuarios y, además de anunciarlos en sus reglas de servicio, deberán emitirse advertencias emergentes a los usuarios por comportamientos de consumo irracionales.
"Ha cogido a la gente desprevenida, justo antes de las vacaciones, y ha golpeado duramente el sentimiento. También resulta desalentador que esto ocurra después de un año ya de por sí tan difícil para el mercado", ha declarado también Willer Chen, analista jefe de Forsyth Barr Asia.
No es la primera vez que China pone en el punto de mira a las compañías de este sector. Ya en agosto de 2021 llegó a calificar esta industria como "el opio de la mente".