
Tic tac, la cuenta atrás ha comenzado. Quedan menos de 24 horas para se decida el futuro de la SuperLiga. El Tribunal Superior de Justicia Europeo (TJUE) tomará la decisión de si es factible la creación de otra competición europea o, por el contrario, la UEFA y la FIFAse seguirán quedando con el monopolio, como denuncian los creadores de la SuperLiga, A22 Sports.
Una de las hipótesis que están sobre la mesa es la posibilidad de dar a los clubes europeos la opción de decidir donde competir la próxima temporada ya o bien de cara a la 2025/2026, después de un periodo de transición. No obstante, a menos de una semana de la resolución, el consejero delegado de A22 Sports, Bernd Reichart, anunció nuevas mejoras para su competición. "Propondremos un formato de competición europea completamente abierto, para más de 60 equipos distintos, asegurándonos de que todos los clubes sean tratados de forma justa e igualitaria", explicó Reichart.
El proyecto de la SuperLiga comienza a coger forma en 2021, con el apoyo de 12 clubes europeos entre los que se encuentran el Real Madrid, FC Barcelona, Atlético de Madrid, Manchester City, Manchester United, Arsenal, Chelsea, Liverpool, Tottenham Hotspur, Juventus de Turín, Inter de Milán y Milán. Aunque nueve abandonaron esta idea debido al temor ante las sanciones de la UEFA y la FIFA. "Han asegurado que cualquier club que participara en la SuperLiga sería expulsado de las competiciones organizadas por ellos", comentan Alonso e Irurzun. Ante este temor, de los clubes fundadores solo quedan tres: Real Madrid, Barcelona y Juventus.
Ahora bien, tras diversas reuniones con el presidente de ésta última organización y el consejero delegado de A22 Sports, los promotores de la SuperLiga han conseguido ahora que la UEFA no sancione a los clubes que tengan intención de participar en esta competición.
La respuesta de LaLiga
Hace un año, LaLiga ya alertó del coste que tendría la SuperLiga. De acuerdo con FTI Consulting, el coste para la competición española podría elevarse hasta 1.208 millones de euros en derechos audiovisuales si las competiciones nacionales siguieran jugándose en fin de semana, y hasta un total de 1.301,5 millones de euros, reduciendo sus ingresos en un 69,2%, si tuvieran que desplazar sus partidos para jugarse entre semana.
En conjunto, según el informe de KPMG, los clubes perderían ingresos por un total de 1.662 millones, el 50,1% si los partidos siguieran jugándose los fines de semana y hasta 1.799,9 millones si se disputaran entre semana, lo que supondría una caída del 55,3%.
Además, cuando salió la opinión del Abogado general de la UE, A22 Sport, sociedad impulsora de la SuperLiga, respondió. "Solo es la opinión del Abogado General. Es cierto que la Cámara se centra en su informe, pero las estadísticas están para romperse y creo que eso es lo que va a ocurrir el año que viene", alegó Luis Alonso, abogado de Clifford Chance.
El único aspecto positivo que han resaltado desde A22 Sport ha sido el reconocimiento por parte de Rantos, el Abogado General, de que las organizaciones privadas de la UEFA y FIFA no tienen la exclusividad de la competición y cualquiera puede hacerlo. No obstante, el abogado Alonso también ha sido crítico. "Se está restringiendo la libre competencia del fútbol basándose en un artículo que no debe entenderse como una restricción de este derecho", alegan desde A22 Sport.
Monopolio sin regulación
La FIFA lleva 118 años gobernando las federaciones de fútbol e incluso sobrevivió a la Primera Guerra Mundial, cuando varios de los jugadores fueron expulsados por la guerra y había restricciones de movilidad. La UEFA, por su parte, se fundó en 1955 gracias al periódico deportivo francés L´Equipe, junto con el apoyo del expresidente del Real Madrid Santiago Bernabéu y con el subsecretario de Deportes de Hungría de aquel momento.
Uno de los grandes problemas del fútbol es que no está regulado, por lo que aquellos que estén interesados en desarrollar su actividad en este campo, solo tienen que entrar en este sector y dejar que los consumidores decidan. El deporte rey está sometido a las reglas del libre mercado. A esto, el consejero delegado de A22 Sport añade que "el fútbol actual tiene tres problemas de base. La competición europea puede aportar más, necesitamos enganchar con las nuevas generaciones y afrontar los mejores partidos cada semana. Otro sería la sostenibilidad financiera de los clubes y, por supuesto, la necesidad de gobernanza moderna".