
La FIFA y la UEFA temen perder el monopolio del fútbol ante el estallido de una nueva amenaza como es la SuperLiga. Y es que no es de extrañar que ambas organizaciones se sientan cómodas en este deporte porque "a día de hoy nadie les hace competencia", alega el socio director del área mercantil de Clifford Chance, Luis Alonso. Las dos organizaciones se han hecho con el monopolio de este deporte. "Ellos no tienen gasto, no tienen riesgo empresarial y no tienen por qué innovar. Todo lo que tienen viene del sudor de los clubes a los que no hacen partícipes", asegura el consejero delegado de A22 Sport, Bernd Reichart.
La FIFA lleva 118 años gobernando las federaciones de fútbol e incluso sobrevivió a la Primera Guerra Mundial, cuando varios de los jugadores fueron expulsados por la guerra y había restricciones de movilidad. La UEFA, por su parte, se fundó en 1955 gracias al periódico deportivo francés L´Equipe, junto con el apoyo del expresidente del Real Madrid Santiago Bernabéu y con el subsecretario de Deportes de Hungría de aquel momento.
Falta de regulación
Uno de los grandes problemas del fútbol es que no está regulado, por lo que aquellos que estén interesados en desarrollar su actividad en este campo, solo tienen que entrar en este sector y dejar que los consumidores decidan. El deporte rey está sometido a las reglas del libre mercado. A esto, el consejero delgado de A22 Sport añade que "el fútbol actual tiene tres problemas de base. La competición europea puede aportar más, necesitamos enganchar con las nuevas generaciones y afrontar los mejores partidos cada semana. Otro sería la sostenibilidad financiera de los clubes y, por supuesto, la necesidad de gobernanza moderna".
Tanto la FIFA como la UEFA son asociaciones privadas suizas, lo que quiere decir que no tienen reconocimiento institucional y son operadores privados que controlan el fútbol profesional. Además, se autorregulan a sí mismas y por tanto también al deporte. Ambas son organizadoras de competiciones y son las únicas con capacidades para decidir quienes pueden participar o no en sus competiciones. Así, Luis Alonso asegura que "se reservan todos los roles y se protegen con sus regímenes sancionadores pudiendo llevar a los clubes hasta la quiebra tras excluirlos de todas las competiciones". Además, son organizaciones que cuentan con un sistema piramidal y con un régimen sancionador "draconiano diseñado para sustentar en ellos el poder del fútbol", alegan desde Clifford Chance. El propio Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA, reconoció en una entrevista para Sportin SOS en octubre de este año que "la función del presidente de la FIFA es mucho más política. La UEFA, nosotros, tenemos fútbol todos los días. Es como una corporación comercial, mientras que la FIFA es una organización política similar a las Naciones Unidas".
Así bien, la UEFA esta compuesta por 55 federaciones, con votos sin ponderación por población. Esto quiere decir que países como Andorra o San Marino tienen el mismo peso político que Alemania, Francia o España. Además, en el caso de Reino Unido, esta tiene cuatro votos y un extra desde la entrada de Gibraltar. "En 2012 más o menos se decidió la entrada de Gibraltar, algo que España trató de combatir porque no tenía sentido que un Estado que no es reconocido como miembro de la UE pudiera formar parte de la UEFA", dice el socio director del área de litigación de Clifford Chance, Fernando Iruzun.
El caso de la SuperLiga
El proyecto de la SuperLiga comienza a coger forma en 2021, con el apoyo de 12 clubes europeos entre los que se encuentran el Real Madrid, FC Barcelona, Atlético de Madrid, Manchester City, Manchester United, Arsenal, Chelsea, Liverpool, Tottenham Hotspur, Juventus de Turín, Inter de Milán y Milán. Aunque nueve abandonaron esta idea debido al temor ante las sanciones de la UEFA y la FIFA. "Han asegurado que cualquier club que participara en la SuperLiga sería expulsado de las competiciones organizadas por ellos", comentan Alonso e Irurzun.
Ante este temor, de los clubes fundadores solo quedan tres: Real Madrid, Barcelona y Juventus. Desde A22 Sport, sociedad que ha creado la SuperLiga, reconocen que "antes han existido otros proyectos como este, pero nunca llegaban a buen puerto por el régimen sancionador de estas instituciones". De hecho, la SuperLiga también ha sufrido amenazas de graves sanciones a clubes y jugadores por parte de la UEFA hasta hace poco. Tras diversas reuniones con el presidente de ésta última organización y el consejero delegado de A22 Sports, los promotores de la SuperLiga han conseguido ahora que la UEFA no sancione a los clubes que tengan intención de participar en esta competición. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJEU) "no está juzgando ningún aspecto de la SuperLiga. Está estudiando la posición de monopolio que la FIFA y la UEFA ostentan sobre el fútbol europeo y su compatibilidad con las normas, libertades y los principios de libre competencia de la UE", afirma Iruzun.