
Con la guerra entre Israel y Hamás tras los ataques de la organización palestina el pasado fin de semana la atención mediática mundial se ha centrado en Oriente Próximo, zona de una histórica inestabilidad y en la que Siria tiene un importante papel geopolítico.
Mapa de Siria
La situación de Siria en el mundo actual es harto estratégica, ya que tiene fronteras con Turquía al norte, con Irak al noreste y este, con Líbano y el mar Mediterráneo al oeste y con Israel (a través de los Altos del Golán) y Jordania al sur.
Su posición, entre diferentes países en conflicto, le ha llevado a ser un país muy permeable a cualquiera de las tensiones que tengan lugar entre sus vecinos y, de hecho, ha mantenido en el pasado reciente enfrentamientos armados con varios de ellos, como Turquía e Israel.
Historia de Siria
El origen de este país se identifica con la llegada de poblaciones campesinas que, aprovechando la fertilidad de un enclave privilegiado con el influjo del Mediterráneo y la cercanía de Mesopotamia. Desde el siglo 20 antes de cristo y en adelante, los territorios que ahora pertenecen a Siria fueron dominados por egipcios, arameos, asirios, macedonios, persas y romanos hasta que, en el siglo VII después de Cristo, fue ocupada por los musulmanes.
Desde la segunda mitad del siglo XI fue conquistada por los selyúcidas, una tribu turca que perdió el territorio en el siglo XVI en favor de los otomanos hasta que fueron derrotados en la Primera Guerra Mundial con ayuda de una rebelión árabe liderada por Husáin ibn Alí, que había recibido la promesa de la independencia como contrapartida por parte de Reino Unido.
Sin embargo, en el reparto de los territorios del Imperio Otomano por parte de los ganadores Francia optó por, con la connivencia de Reino Unido, de quedarse la región siria. El hijo de Husáin ibn Alí, Fáysal ibn Husáyn, llegó a declarar la independencia del Reino Árabe de Siria pero Francia ganó la guerra en cuatro meses, poniendo fin a esa etapa en verano de 1920.
Una década después, en 1930, se promulgó la creación de la República Árabe Siria y Francia prometió posteriormente, en 1936, conceder la independencia a Siria tres años más tarde, Pero en 1939 llegó la Segunda Guerra Mundial y la ocupación alemana de Francia, y Siria se mantuvo fiel al gobierno colaboracionista de Vichy. La independencia de Siria, por lo tanto, tuvo que esperar dos años más: hasta 1941, cuando tropas australianas, británicas y de la Francia libre consiguieron liberar el territorio.
Los primeros años de vida de Siria completamente independizada fueron de mucha inestabilidad, con diferentes golpes militares y cambios de Gobierno hasta que en 1958 formó con Egipto la República Árabe Unida, una unión que duró tres años hasta que en 1961 un golpe militar la puso fin. Otra asonada, esta vez en 1970, alzó al poder meses después a Háfez Al Asad, padre del actual presidente de la república, Bashar Al Asad.
Los conflictos de Siria con Israel
Desde la creación del Estado de Israel en 1948, Siria ha mantenido varias guerras con el país israelí. La primera de ellas fue la que siguió a la declaración de independencia, ese mismo año y en el bando de Egipto, Líbano y Transjordania. 20 años después, en la Guerra de los Seis Días, Siria perdió los Altos del Golán, que pasaron a manos de Israel.
En 1973, y junto a Egipto (que quería recuperar el Sinaí, perdido en la Guerra de los Seis Días), Siria se lanzó a la Guerra del Yom Kippur para recuperar los Altos del Golán, pero a pesar de haber ocupado el territorio acabo perdiéndolo de nuevo, permaneciendo en la actualidad como territorio ocupado de forma unilateral por parte de Israel. Desde entonces, se han producido diferentes incidentes que tienen como base esa ocupación y que, por el momento, no han llegado a cristilizar en más guerras.
La guerra civil siria
Uno de los conflictos más enrevesados y complejos del planeta empieza en 2011, en plena Primavera Árabe. En marzo de ese año se producen masivas manifestaciones por todo el país, especialmente numerosas en Damasco y Alepo, en las que se piden reformas democráticas al Gobierno de Bashar Al Asad, en el poder desde el año 2000 y que ha decepcionado a la sociedad ante las expectativas de unos avances sociales que finalmente no se han producido.
La respuesta gubernamental es cruenta, reprimiendo de forma violenta las manifestaciones y dando inicio a un levantamiento que siguieron diferentes milicias armadas por todo el país y que se ha ido complicando con la entrada de numerosos y muy variados actores a lo largo e los últimos 12 años: desde Turquía (que pretende evitar la influencia kurda al sur de su territorio) y Rusia (fiel al régimen de Al Asad) hasta el Estado Islámico, que le dio a Siria un extraño aliado temporal: un EEUU que pudo bombardear en territorio sirio en los combates contra el ISIS.
En la actualidad, el Ejército sirio controla la mayoría del territorio salvo el norte del país, en el que se agrupan diferentes grupos que, en mayor o menor colaboración, siguen manteniendo su oposición al régimen de Al Asad. Es el caso de la Rojava dominada por los kurdos, las Fuerzas Democráticas Sirias en las que confluyen kurdos de la Rojava y la República Árabe Siria, el Gobierno de Salvación Nacional de Siria de la coalición terrorista yihadista HTS y una zona de seguridad ocupada por Turquía, en el norte del país.
Según los datos recopilados por la ONU, a fecha de 2022 ya son 306.000 los civiles muertos por un conflicto encarnizado y que se ha anquilosado por más de 12 años.
Población de Siria
De acuerdo con los datos de la CIA (la inteligencia de EEUU), y dadas las dificultades para este tipo de estadísticas en un contexto de guerra, la población en Siria en 2022 era de 22,9 millones de personas.
Siguiendo esta información, y teniendo en cuenta los datos de la CIA, el 50% de la población siria es árabe, un 15% alauita, un 10% kurda y un 10% procedente de la zona de Oriente Próximo que en el mundo árabe se conoce como Levante. El 15% restante pertenece a minorías como armenios, turcomanes, drusos, asirios...
El país es mayoritariamente musulmán (un 87% de la población, en su mayoría suníes): solo un 10% de la población es cristiana y un 3% de religión drusa.