
David Bravo se ha hecho hueco entre lo más comentado de la red social X (antes Twitter) debido al divertido relato de su corta etapa como diputado en el Congreso de los Diputados y los motivos que le llevaron a no querar revalidar su escaño en la Cámara Baja por la decepción de su primera experiencia como político.
Bravo fue cabeza de lista de Podemos por la provincia de Almería en las elecciones generales que se celebraron en diciembre de 2015, y salió elegido como diputado en el Congreso de los Diputados desde prometer su cargo en enero de 2016. Sin embargo, debido a la falta de acuerdo para un Gobierno de coalición se repitieron nuevas elecciones en junio de ese mismo año, por lo que Bravo solo estuvo unos pocos meses en ese puesto y renunció a presentarse en esos nuevos comicios.
Las diferencias entre la política y la militancia que ejercía en el tiempo libre que le dejaba su profesión (es un reconocido abogado en materia de derecho informático, libertad de expresión y derecho al honor) hicieron a Bravo pensárselo mejor una vez se disolvieron las Cortes a principios de 2016.
Todo comenzó con mal pie, ya que Bravo no guarda un excepcional recuerdo de su campaña electoral (las define como "lo más deprimente del mundo") durante los últimos meses de 2015. En ella, siempre mantuvo diferencias con lo que le pedía su partido y su forma más espontánea de entender la política. A eso se sumaba su desconocimiento de la provincia de Almería, por la que participaba aunque no había estado allí antes.
Twitter me deja subir vídeos más largos así que pongo éste de cuando me pusieron contra la espada y la pared ante mis 15 viewers preguntándome si fue decepcionante mi experiencia en el Congreso. Siete años después era hora de sincerarse. pic.twitter.com/1cspU3srdT
— David Bravo (@dbravo) September 18, 2023
"Me dijeron 'De Almería, ¿tú qué sabes?' Y yo les decía la verdad, que las circunscripciones electorales son un invento, que en el Congreso se hacen leyes de orden estatal y que todo eso era una tontería. Las cosas que yo abordaba eran generales. Yo a Almería no he ido ni de vacaciones", resume Bravo, que reconoce no haber estado muy acertado en su momento pero, al mismo tiempo, explica que "era la verdad.
Esta falta de adaptación le costó un contratiempo respecto a una pregunta de los periodistas, que le inquirieron sobre las comunicaciones de Almería. A Bravo le habían pasado un dosier para ceñirse a la versión de partido y evitarse un 'bochorno' en cuanto a su conocimiento de la provincia: "Tirando del dosier yo digo 'creo que la carretera A7 tendrían que terminarla de una vez'. Era lo que ponía en el dosier, yo no sabía lo que era una carretera porque ni conduzco ni tengo idea de coche. Resulta que la carretera A-7 la habían terminado dos años antes".
Con todo, Bravo consiguió ganar su puesto como diputado en el Congreso por la provincia de Almería, aunque la llegada al Congreso tras los problemas que tuvo en la campaña no fue precisamente un punto de inflexión: "Me dio la sensación de que lo que hacíamos en el Congreso era ser básicamente ser unos manifestantes dentro del Congreso. Éramos unos tipos que estábamos acostumbrados a reclamar cosas fuera del Congreso, a ser manifestantes, a pedirle a los políticos que hicieran cosas y de momento estábamos dentro, y tenía la sensación de que lo hacíamos dentro era lo mismo que hacíamos fuera, pero ya no se trataba de reclamarlas, sino de hacerlas".
"Eso está bien para un rato y llega un momento en que te cansas. No me sentía muy útil, la verdad. Me sentía más útil como abogado", resume Bravo, que además da otro motivo que se le pasaba muy frecuentemente por la cabeza cuando las cosas venían mal dadas: "Yo lo que más pensaba cuando estaba en el Congreso era en lo bien que me lo pasaba viendo 'Empeños a lo bestia' con mi hijo".