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Reino Unido celebra unas elecciones parciales clave que pueden desatar un terremoto político

  • El Gobierno defiende tres escaños que ganó con más del 50% de los votos en 2019
  • Una triple derrota podría dejar muy tocado a Sunak y adelantar las generales
El primer ministro británico, Rishi Sunak. Foto: Europa Press

Una de las particularidades del sistema británico es que, cuando un diputado dimite o es suspendido por la Justicia, no hay ningún suplente prefijado en una lista, sino que hay que celebrar una votación en su circunscripción para elegir a un nuevo diputado. Y se da la circunstancia de que este jueves coinciden tres elecciones parciales, todas ellas en escaños en los que los 'Tories' ganaron por más del 50% de los votos en 2019. Las encuestas apuntan a una ristra de derrotas para el Gobierno de Rishi Sunak, y en el aire está la posibilidad de que se desate un terremoto político de consecuencias imprevisibles.

La principal causa de este 'súper jueves' fue la dimisión de Boris Johnson el pasado mes de junio, justo antes de que el Parlamento le declarara culpable, por 354 votos frente a 7, de haber mentido desde su escaño cuando negó repetidamente que hubiese celebrado fiestas ilegales en Downing Street. El ex primer ministro abandonó su escaño el día antes de la votación, para evitar que fuera el propio Parlamento el que le expulsara. Inmediatamente uno de sus aliados, Nigel Adams, dimitió en solidaridad con Johnson. Y esa misma semana, otro diputado conservador, David Warburton, se marchó también entre acusaciones de consumo de cocaína y abusos sexuales.

Las tres circunscripciones en juego son, en teoría, territorio favorable para el Gobierno conservador. En las últimas elecciones Johnson obtuvo el 52% de los votos en Uxbridge frente al 37% del candidato laborista; Adams consiguió un aplastante 60% en Selby frente al 24% laborista; y Warburton registró un 56% en Somerton, muy por delante del 26% del candidato liberal. Sin embargo, las casas de apuestas dan más de un 80% de probabilidad de una triple derrota conservadora, y las dos únicas encuestas realizadas apuntan a una victoria laborista en Uxbridge (41% a 33%) y en Selby (41% a 29%).

La de Uxbridge, un distrito de la capital inglesa, se presenta como la más interesante de las tres, por varios factores. Por un lado, está el 'morbo' de que la oposición se haga con el escaño que tenía el que era primer ministro hasta hace un año. Además, las encuestas y las apuestas dicen que va a ser la más ajustada de las tres en disputa. A eso se suma la cuestión de la posible reacción de los votantes sobre las restricciones al tráfico que el Ayuntamiento de Londres, de mayoría laborista, va a implantar en numerosos distritos en los próximos meses (la llamada ULEZ, o 'zona de emisiones ultra-bajas'). Y, para terminar de redondear la situación, los votantes se encontrarán con una papeleta enorme, con 17 candidatos, muchos de ellos delirantes, como dos personas que se han cambiado el nombre a "Anti ULEZ"; el Conde Caracubo, un humorista disfrazado de Darth Vader con un cubo de basura en la cabeza en vez del famoso casco del personaje de Star Wars; el hermano del ex líder laborista Jeremy Corbyn, Piers Corbyn; o el actor Lawrence Fox.

Boris Johnson, en las elecciones de Uxbridge en 2019, celebra su victoria ante un candidato disfrazado de Elmo. Foto: Europa Press

Y los antecedentes del Partido Conservador desde que estalló el escándalo del 'Partygate' no son muy halagüeños: han perdido los tres escaños que han defendido desde entonces y han retrocedido más aún en todos los escaños que defendía la oposición, dejándose más de 10 puntos de voto en todas ellas y hasta 30 puntos en su peor desastre. En varios casos, los 'Tories' han registrado su peor resultado histórico -de los últimos 200 años- en las circunscripciones en juego.

Precisamente, fue una doble derrota electoral hace poco más de un año, el 23 de junio de 2022, la que prendió la llama que desató una revuelta interna contra Johnson y forzó su marcha de Downing Street. A día de hoy, las encuestas apuntan a que la intención de voto a los 'Tories' está peor aún que entonces y que la popularidad del actual primer ministro, Sunak, está al mismo nivel de la de Johnson cuando los escándalos devoraban su carrera política.

¿Elecciones anticipadas?

El 'súper jueves' llega, además, en un momento de depresión generalizada para el partido. Los Conservadores llevan más de un año estancados en entre 15 y 25 puntos por detrás de los laboristas en las encuestas, salvo por el breve interregno de Liz Truss, en el que llegaron a despeñarse al 4º puesto en previsión de escaños, por detrás incluso de los liberales y los nacionalistas escoceses. Y la situación económica, con la inflación más resistente de Europa occidental, un daño patente a su PIB por culpa del Brexit y unos tipos de interés disparados, no hace prever que vaya a mejorar a corto plazo.

En teoría, las próximas elecciones generales debían haberse celebrado el próximo mes de mayo, pero Johnson cambió la ley para darse de plazo hasta enero de 2025. Sin embargo, la proyección del Banco de Inglaterra de una recesión que dure desde este otoño hasta finales de 2024, acompañada de una subida constante de todas las hipotecas a las que les toque revisar sus tipos en ese tiempo, apunta a que el mejor momento para celebrar los comicios puede ser después de la vuelta del verano, antes de que una renovada crisis económica desgaste aún más al Ejecutivo.

Así, desde hace semanas, se está rumoreando la posibilidad de que Sunak haga 'un Pedro Sánchez' y aproveche una derrota electoral significativa en partes muy diferentes del país para adelantar las elecciones, argumentando que hace falta saber si los ciudadanos han retirado definitivamente la confianza que les dieron en 2019. Y como mínimo se esperaría una crisis de Gobierno, en un último intento de reiniciar su gestión.

Aun así, todo depende de los resultados exactos. Si los 'Tories' logran mantener alguna de las tres circunscripciones en juego podrían apuntar a que las encuestas ladran más de lo que muerden los votantes reales. Pero si pierden las tres con claridad, no es descartable que Sunak se arriesgue a sufrir una revuelta interna como la que tumbó a Johnson, alegando que la persona que iba a salvar al partido del desastre provocado por el ex primer ministro 'fiestero' no solo no ha logrado mejorar la situación de los Conservadores, sino que la ha empeorado.

Los antecedentes históricos no son mucho mejores: la última vez que un Gobierno perdió tres escaños a la vez un mismo día, en 1968, acabó siendo derrotado en las elecciones dos años después. Esta vez, la pregunta es si podría aguantar hasta entonces.

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